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Benjamín Bloom y el conductismo

Publicado por Hilda Fingermann

Para desarrollar sus estudios sobre el conocimiento humano, la educación y la elaboración de sus taxonomías; Benjamín Bloom, pedagogo estadounidense doctor de la Universidad de Chicago, que vivió entre 1913 y 1999, se basó tanto en los presupuestos del conductismo como del cognitivismo.

El conductismo se puede reconocer en Bloom, ya que en su taxonomía que involucra tres dominios de conocimiento (cognitivo, afectivo y psicomotor) plantea objetivos que van de lo más simple a lo más complejo. Por ejemplo, en el área cognitiva, el docente primero debe proponerse que el alumno conozca la información, luego que la comprenda, para posteriormente poder aplicarla, analizarla, sintetizarla, y finalmente evaluarla. El logro de cada una de estas etapas se advierte por la observación (el docente visualiza que el alumno ha realizado lo que se le propuso, siendo una respuesta al estímulo del maestro, tal como lo propone el conductismo.

El alumno va transitando las sucesivas etapas hacia un conocimiento nuevo, integrado, crítico, construyendo desde bases sólidas y primarias conocimientos más complejos, tal como lo propone el cognitivismo, pero siempre dando respuestas observables al estímulo que le proporciona el docente (conductismo). No hay construcción del conocimiento por parte del alumno que si bien realiza una gran tarea sobre la información que se le presenta, no la construye él mismo (sigue siendo un elemento pasivo del proceso). El docente que sigue la taxonomía de Bloom sigue evaluando de acuerdo a criterios cuantitativos (de medición) usando predominantemente test de evaluación escritos (evaluación de resultados y no de procesos) y no cualitativos y de procesos, acercándose de esta manera al conductismo.