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Secuencias didácticas

Publicado por Hilda Fingermann

Cuando se enseña significativamente, las actividades deben programarse en vistas al fin propuesto y de modo secuencial. Esto implica que no se tomen las tareas o actividades de modo aislado, sino siguiendo un orden que vaya de lo más simple a lo más complejo, de un inicio a un fin, guardando además relación en cuanto a su contenido para que el proceso de enseñanza aprendizaje tenga coherencia y el alumno alcance las competencias previstas.

Las secuencias didácticas deben estar contempladas en cada lección diaria, pero además, secuenciarse con otras clases anteriores y posteriores y con relación a cursos anteriores y sucesivos. Es importante recordar que la secuencia didáctica no es un simple ordenamiento de contenidos, sino que debe ser una estructura lógica y coherente que permita al alumno construir su propio aprendizaje.

Los alumnos que son los destinatarios de la lección o tarea deben poder comprender la actividad y la relación entre las distintas partes de la misma, pues tal vez los maestros la hayan planeado de modo secuencial, pero los educando las ejecutan como actividades aisladas. Por ello se debe prever una explicación previa donde se exponga el hilo conductor que enlaza las diferentes ejercitaciones o lecciones y una conclusión final donde esté explicita la secuencia.

Además, es fundamental que los docentes realicen un seguimiento constante de la secuencia didáctica, evaluando el progreso de los alumnos y ajustando la secuencia en función de las necesidades que se presenten. Este seguimiento permite también identificar posibles dificultades de aprendizaje y actuar de manera temprana para resolverlas.

Esta comprensión por parte de los alumnos es fundamental. Si bien las secuencias didácticas están referidas al corto plazo, es indudable que todo el proceso educativo debe tener una secuenciación. Por ejemplo, en Historia los contenidos están planificados de modo secuencial. En primer año se enseña Edad Antigua, en segundo año, Edad Media y Moderna, y en tercero, Edad Contemporánea, pero es frecuente que los alumnos estudien cada hecho histórico sin ubicarlo en su tiempo y sin relacionarlo con otros dados en el mismo año, y menos aún con los que aprendieron el año anterior, sin darse cuenta que la Historia misma es secuencial, ya que tiene un orden temporal y de causa-efecto.

Para planificar una actividad de este modo, se debe partir de los contenidos previos e ir armando las secuencias incrementando gradualmente la complejidad sin perder de vista el vínculo que debe haber entre uno y otra herramienta de aprendizaje, considerando los recursos disponibles, y estimando el tiempo que demandará cada eslabón de la secuencia.

La tarea del docente es fundamental no solo para planificar la estrategia secuencial sino para guiar a los estudiantes durante todo el desarrollo para que no pierdan de vista la relación entre todas las actividades que van desplegando, siendo deseable que consista en contenidos que ellos mismos vayan descubriendo e investigando con la ayuda del maestro. En este sentido, es crucial que el docente tenga un papel activo en el proceso de enseñanza, fomentando la participación de los alumnos y promoviendo su autonomía en el aprendizaje.