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Evaluación informal

Publicado por Hilda Fingermann

Evaluar significa tomar conciencia de cómo se va desarrollando el proceso educativo, monitoreándolo, para lo cual pueden usarse distintos medios. La evaluación informal consiste en usar cada oportunidad para tomar conocimiento de lo que sucede en torno a distintos estímulos, observando a los alumnos, escuchándolos y valorando sus acciones como positivas o negativas.

Si tomamos un examen oral o escrito, o les encargamos una tarea, esas son evaluaciones formales especialmente destinadas a tal fin, pero si tomamos cualquier oportunidad espontánea para apreciar los logros o falencias, será informal. Por ejemplo si en un trabajo en grupo vemos que un alumno le está explicando un tema a otro, o alguien está argumentando sobre el tema a desarrollar, o si en la clase un alumno hace un aporte creativo, evaluaremos aprovechando la ocasión, y no en forma premeditada.

Para evaluar informalmente hay que ser buen observador, saber escuchar, caminar por los grupos, interpretar gestos y actitudes, etcétera. Un alumno que parece estar atento a la clase no significa que lo esté, debemos indagar si ha escuchado realmente, alguien que presenta la tarea en tiempo oportuno no sabemos si es realmente su autor, etcétera.

Tal vez como argumento en contra, el de mayor peso, es su carencia de valor probatorio, ya que es mucho más fácil de comprobar ante terceros, el rendimiento de un alumno mostrando sus producciones que constatar su desenvolvimiento global, donde se cree que la subjetividad del maestro puede tener demasiada incidencia; por lo que se sugiere que todo lo que tomemos en cuenta para evaluar sea anotado en un registro con fecha, y con la actitud tomada en consideración.