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Instrumentos de evaluación educativa

Publicado por Hilda Fingermann

Sin dudas el instrumento más conocido para evaluar es el examen. Los exámenes surgieron en la burocracia de la China imperial para permitir el ingreso de las castas inferiores, en la política. La implementación de los exámenes en educación se realizó recién en el siglo XIX, y se limitó a medir resultados cuantitativos, productos. Pueden ser orales u escritos; a desarrollar, o pruebas objetivas, surgidas en la segunda década del siglo XX, con respuestas más precisas, apreciadas con un patrón menos subjetivo y de más fácil corrección, aunque no puede evaluarse en ellas la capacidad de expresión ni las argumentación. En general miden resultados, salvo que se usen como medio de repensar el aprendizaje, y corregir errores de proceso.

Sin dejar de reconocer la validez del examen como un instrumento de evaluación debemos considerar muchos más técnicas, cuya utilización dependerá de lo que se pretenda evaluar y del fin perseguido, además de saber si evaluaremos procesos o resultados.

Si consideramos que la evaluación debe ser global u holística y tanto cualitativa como cuantitativa, las técnicas e instrumentos deben ser variados. Deben incluirse preguntas orales y tests, para efectuar un diagnóstico, y con ese mismo y también a efectos valorativos pueden usarse planillas donde se consignen los rasgos observados en el desarrollo de alguna actividad.

Las tareas para el hogar pueden servirnos para evaluar la puntualidad, la prolijidad, la responsabilidad, aunque debemos asignar tareas diferenciales a cada alumno, ya que esto puede estimular a que algunos se copien las tareas de sus compañeros.

Elaboración de monografías, trabajos de investigación, que pueden ser individuales y/o grupales pueden servir para evaluar contenidos procedimentales como el parafraseo, el análisis, la síntesis, la argumentación; y además, en el caso de los trabajos en grupo, la solidaridad y la cooperación.

En mi práctica docente, me es muy útil llevar una hoja con el nombre de cada alumno, donde consigno día a día, su asistencia, la atención dispensada a la clase, su participación, su conducta, el resultado de la tarea o trabajo asignado, etcétera, hoja que ellos mismos pueden consultar cuando lo deseen. Les es muy valioso observar que el docente le ha dedicada a cada uno un lugar especial, y que sus calificaciones serán el producto de su trabajo diario. Los exámenes con carpeta abierta son un instrumento valiosísimo, donde las preguntas obviamente no repiten las consignas estudiadas en clase, sino que usando los temas dados, se pide que se los compare, que se arreglen textos donde se han deslizado errores, que aventuren en temas sociales juicios de valor, argumentándolos, etcétera.