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El período de adaptación en el nivel inicial

Publicado por Hilda Fingermann

El período de adaptaciónEl primer contacto del niño con la sociedad, sin la compañía de sus padres u otros parientes o conocidos suele ser difícil. Algunos niños ya han asistido a guarderías por lo cual esta no será su primera experiencia, pero para otros sí.

Es el primer paso hacia la formación de su propia identidad y a valerse por sí mismo, y esto genera inseguridades y miedos, lo que variará de acuerdo a la personalidad de cada niño y a la educación recibida en el hogar. Los niños sobreprotegidos son los que más sufrirán esta etapa, ya que acá no estarán los adultos a su entera disposición para solucionarlo todo, y habrá otros niños que también reclamen atención.

El primer paso para comenzar una buena adaptación lo deben dar los padres al elegir la institución educativa a la que concurrirá el menor, para lo cual habrá que analizar los valores en que sustentan su enseñanza, sus métodos, la capacitación y actitud de los docentes, la infraestructura con la que cuentan y también si es un lugar pago, si se podrá afrontar la cuota exigida, ya que tal vez nos convenza el lugar, pero será muy estresante para el niño que una vez adaptado debamos llevarlo a otro jardín por problemas de dinero.

Hablar con el niño tranquilamente pero no todo el tiempo, sobre cómo será ese tiempo en el jardín, escuchar y responder sus preguntas, saber que un familiar lo estará esperando cuando salga, hacerle conocer la institución antes del primer día de clases, ayudará a calmar la ansiedad del niño, y también la de los padres, ya que muchas veces son ellos los que lo ponen nervioso al no tomar este distanciamiento padres-hijo, como algo natural de su evolución.

En general, los primeros días del período de adaptación son de menos horas. Algunos niños se despedirán de sus padres con una sonrisa y les será fácil compartir con otros, mientras que muchos llorarán, harán rabietas y se resistirán a entrar. A no desesperarse, cada persona es única y vive de diferentes maneras las experiencias, con tiempos distintos. Si su hijo realiza un período de adaptación más largo no significa que es peor que otros, sino que aún no está maduro para ese despegue, que inevitablemente tiene que ocurrir, pues somos seres sociales, y debemos prepararnos para eso.

Es conveniente seguir las indicaciones de los maestros, que tienen experiencia en estos casos, y entonces, aunque se nos parta el corazón, si nos dicen que nos vayamos y los dejemos, debemos hacerlo. Si el docente advierte algún problema grave en la adaptación, nos llamará y se tratará el caso particular de ese niño de modo especial, pero estas situaciones no son comunes. En general, los niños manipulan con llantos y gritos, pero si no consiguen su objetivo, terminan aceptando la nueva situación (eso sí, estar atentos si el pequeño refiere que algún otro le pega o vive en el jardín alguna otra situación agresiva).