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Estudiar cansado

Publicado por Hilda Fingermann

Jamás hay que olvidar que quien estudia es un ser humano, dotado de una mente capaz de conocer, pero también de un cuerpo que posee necesidades entre las cuales las más elementales son comer y dormir.

Quien pretenda estudiar de modo eficiente, no debe dejar todo para último momento, sino que se aprende mejor cuando se lo hace de a poco, en forma ordenada, repartiendo previa planificación, lo que se estudiará cada día; habiendo desayunado bien, y almorzado, merendado y cenado de modo liviano, consumiendo alimentos sanos y nutritivos y no comidas de las llamadas rápidas, como por ejemplo hamburguesas.

El descanso es fundamental para lograr la concentración, no dormir solo contribuirá a que el alumno esté más nervioso, cansado y mal predispuesto para aprender. Las salidas nocturnas deben ser evitadas cuando se esté próximo a rendir una evaluación, y las diurnas limitarse, pero el descanso de ocho horas diarios debe respetarse si se desea conservar la salud física y mental, pues tal vez resulte quedarse sin dormir para aprobar un examen pero este ritmo será insostenible a largo plazo, pues el cuerpo se enfermará.

Incluso no conviene estudiar durante varias horas sin tomarse un pequeño recreo (10 minutos cada hora y media suele ser suficiente).

Hay personas que prefieren estudiar por las noches, y aunque esto no es recomendable, muchas veces lo hacen porque durante el día la casa está poblada de ruidos que impiden la concentración, o porque trabajan, pero en estos casos también debe compensarse con el sueño diurno. Si es por trabajo, se debe dormir cuando se vuelve, y hasta comenzar a estudiar, pero nunca intentar hacerlo sin previo descanso.