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La organización del aula

Publicado por Hilda Fingermann

El aula es el espacio físico, específico dentro del contexto general de la institución escolar, donde conviven varias horas al día el docente y su grupo de alumnos en interacción constante.

El espacio físico áulico, con la forma de su construcción, la disposición de su mobiliario y su decoración, determinará muchas veces las características del proceso de enseñanza-aprendizaje.

En las aulas tradicionales, las puertas del aula se cierran, los asientos son fijos, y todo el resto del mobiliario permanece estático y estructurado. Son aulas ordenadas, con reglas imperativas, cuya desobediencia prevé sanciones impuestas desde la dirección de la escuela, con poca participación del alumno, que ya sabe cual es el lugar que ocupa dentro del aula, y mucha intervención del docente.

En general, los alumnos con mayor motivación intrínseca eligen los asientos más próximos al profesor y al pizarrón, aunque muchas veces los alumnos a pesar de estar motivados prefieren por timidez, o para no ser objeto de burla de sus compañeros elegir sentarse más atrás. Muchas veces es el maestro que por razón de problemas visuales o de mala conducta, dispone quienes serán los alumnos que ocuparán los primeros lugares.

Este tipo de disposición áulica es conveniente para realizar una clase expositiva o tomar un examen.

Las aulas modernas son coloridas, con asientos móviles que permiten los trabajos grupales, incluso el escritorio del docente puede ir cambiando su lugar y disponer los asientos en círculo para posibilitar que todos se hallen equidistantes del maestro. Éste en el caso de los grupos debe ir caminando por el salón de clases, para observar el funcionamiento de cada equipo, y brindar una guía si resulta necesario. Los alumnos no tienen un asiento fijo predeterminado.

Estas aulas reciben el nombre de aulas con diseño abierto. Esto si bien posibilita mayor comunicación y participación activa, muestra aulas más desordenadas y bulliciosas, con más espacio para la creatividad, y el desarrollo integral del educando. Es preciso en este caso fijar reglas claras con participación de toda la comunidad escolar para que existan límites, absolutamente necesarios en toda convivencia, democráticamente consensuados y aceptados. Estas son las aulas que favorecen el aprendizaje autónomo.

La delimitación de zonas de trabajo dentro de una misma aula, favorece que los grupos que trabajan distintos aspectos de un proyecto general puedan hacerlo con mayor libertad y sin interferirse. Las divisiones pueden hacerse por paneles o biombos.