El cerebro y el aprendizaje

Si bien en el aprendizaje intervienen varios factores, especialmente los ambientales y sociales, en este caso nos ocuparemos de la influencia biológica.

El encéfalo representa el ochenta por ciento del cerebro, cuyo peso es de un kilo y medio. Tiene dos hemisferios. El lado izquierdo del cuerpo es controlado por el hemisferio derecho: los sonidos musicales, la habilidad artística la localización espacial, y las sensaciones táctiles; la información es procesada en forma de síntesis. El lado derecho se gobierna por el hemisferio izquierdo, como los movimientos de la mano derecha, los números, el razonamiento lógico, los sonidos del lenguaje, y el reconocimiento de palabras y frases para hablar o escribir. La información es procesada en forma analítica.

Los lóbulos frontales han sido considerados tradicionalmente como los responsables de la inteligencia, de la personalidad y el lenguaje. La parte emocional es controlada por el hipocampo. Sin embargo el encéfalo, está compuesto por infinidad de células nerviosas o neuronas, y el aprendizaje se genera por conexiones sinápticas entre neuronas. Es frecuente escuchar decir que alguien es inteligente por poseer muchas neuronas siendo en realidad lo que importa la conexión o sinapsis que se produce entre ellas, lo que depende de las prolongaciones neuronales llamadas axones, que al entrelazarse forman una especie de circuito, capaz de transmitir los impulsos nerviosos que permiten el pensamiento y el sentir. Cuanto mayor diámetro tenga el axón, determinado por la mielina, a mayor velocidad viaja el impulso nervioso y permite una mejor sinapsis.

También se supone que en la inteligencia interviene la cantidad de sustancia o materia gris, integrada por los somas y los cuerpos neuronales, que no poseen mielina y que por ello no transmiten los impulsos nerviosos en forma rápida, pero intervienen en el razonamiento.