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La nueva alfabetización

Publicado por Hilda Fingermann

La nueva alfabetizaciónEl progreso tecnológico y los nuevos saberes de la era digital no pueden ser desconocidos en el ámbito escolar si queremos formar ciudadanos para que cumplan su rol eficientemente en el presente y en vistas a un futuro cada más informatizado.

Es imprescindible que además de enseñarles a leer y escribir del modo tradicional, incorporemos la alfabetización audiovisual y la alfabetización digital a los contenidos áulicos.

La escritura gráfica es un modo de representar nuestros conocimientos, sentimientos y experiencias, para poder comunicarlos. Sin embargo, y sin negarle su enorme importancia, no es el único medio, ya que los gestos, los sonidos y las imágenes cumplen una finalidad similar, y todas ellas deben ser motivo de enseñanza y consiguiente aprendizaje, si queremos que el educando obtenga las herramientas necesarias para una comunicación plena.

Es cierto que un alumno no puede desconocer la práctica de la lecto-escritura tradicional ya que sin ella tampoco podrá imprimir esos caracteres en un ordenador, pero no saber operar en una computadora o manejar Internet, le cerrará muchas puertas. Capturar una imagen, difundirla por los nuevos medios tecnológicos, guardar archivos, enviar y recibir correos electrónicos, utilizar foros, crear hipervínculos, ayudarse con clases en línea, y los otros muchos progresos que día a día se van incorporando, nos obligan a que la enseñanza actual sea abierta y sujeta a cambios, pues las transformaciones son vertiginosas, siendo imprescindible que el alumno pueda aprender a aprender, si quiere mantener sus conocimientos y habilidades vigentes.

Todavía hay docentes que se resisten a que sus alumnos busquen información por Internet argumentando que puede contener errores, en lugar de enseñarles a usar este recurso tan valioso de manera crítica. Los docentes son los que se resisten a que la tecnología ingrese al aula por un problema generacional, pero con nuestra reticencia les estamos negando a aquellos alumnos que no tengan inquietudes propias, a incorporarse en el mundo que les toca vivir hoy, tan diferente al nuestro, y al que habrán de ingresar mañana, con muchas innovaciones que nos resultan ahora imposibles de concebir.