La alfabetización
La alfabetización es un proceso por el que se adquieren las palabras que componen un idioma, especialmente cuando es el propio, conociéndose sus letras (el alfabeto o abecedario, según se lo llame por las primeras letras de la lengua expresadas en griego o español, respectivamente) y con ellas se formen palabras y frases coherentes, para poder comunicarse con otros de modo oral o escrito.
Esto es lo que se denomina alfabetización básica que debería alcanzar el niño en los dos primeros años de su escolarización, entre los 6 y los 7 años de edad, iniciándose en la última sala del jardín de niños (5 años); aunque también pueden alfabetizarse personas adultas, que hasta entonces habían sido analfabetas, pues no sabían leer y escribir.
Muchos padres alfabetizan a sus hijos, independientemente de la institución escolar, a edades muy tempranas. Esto solo es aconsejable si atiende a las inquietudes del niño y no a una imposición familiar.
El proceso de alfabetización se completa, cuando se logra interpretar discursos y textos simples, y más tarde complejos, para desentrañar el sentido de textos literarios, artísticos, científicos y matemáticos; y poder expresarse en esos específicos lenguajes abstractos, cultos y/o técnicos; para conocer el bagaje cultural como legado generacional, y hacer aportes al mismo, para enriquecerlo; usando su capacidad de pensar. Las nuevas tecnologías, han hecho surgir el concepto de nuevas alfabetizaciones, para poder comunicarnos de modo virtual.
La lectoescritura es un proceso complejo cargado de ideología, y no solo una habilidad técnica, ya que a través de ella se transmiten los valores que encierra cada cultura, y su visión particular del mundo.
La importancia de tener un pueblo alfabetizado es innegable; y la UNESCO, desde el año 1946, propuso lograr la universalización de la alfabetización, para propender no solo el progreso individual, sino, además, el social, ya que la alfabetización es la mejor arma para combatir la pobreza, las enfermedades, y la falta de empleo.
La alfabetización, cuando se la enseña de modo crítico, también es un modo de liberar al ser humano, que no acepta pasivamente lo que le transmiten, sino que lo cuestiona, y permite el cambio y la evolución social.
Sin embargo, aun la alfabetización a nivel general en el mundo no se ha alcanzado, ya que alrededor de 800.000.000 de personas que ya deberían haberla logrado por ser adolescentes o adultos, no saben leer ni escribir.
También puede hablarse por extensión, ya que no se trata del uso ni la interpretación de letras, de alfabetización visual y audiovisual, que permite interpretar adecuadamente y dando infinitas posibilidades, las imágenes, a veces acompañadas por palabras y otras no. La alfabetización visual, permite ver todos los aspectos y mensajes que puede transmitir una imagen, sin quedarnos con la primera impresión de ella. En estos casos, la alfabetización visual, permite compartir experiencias subjetivas, de lo que cada uno logra percibir, para socializarlo y aprender cooperativamente.