Causas de la violencia escolar
Las causas de la violencia escolar son compartidas con las causas de la violencia de la sociedad en su conjunto, y si bien los detonantes pueden ser originados en causas escolares o extraescolares, en la mayoría de los casos las reacciones violentas son imitaciones de conductas adultas que los niños y adolescentes imitan.
Las palabras humillantes, los gestos groseros, también son manifestaciones de violencia, y no solo los golpes. Pero… ¿De dónde provienen las actitudes violentas? Existen para ello causas biológicas, como escasos niveles de serotonina; causas psicológicas, como mecanismos de defensa ante una autoestima baja, que se pretende reafirmar tomando el poder, y adquiriendo superioridad con la violencia; o la necesidad de imponer sus exigencias sin obstáculos; o sociales donde se produce la violencia que ya mencionamos, por imitación de conductas violentas generalizadas, que se ven en la calle, en el hogar, y en la propia escuela. Un factor importante que genera violencia es la pobreza, la que puede manifestarse como violencia en busca de reivindicaciones de clase. Otro caso a destacar son los medios de comunicación, que a veces con tintes humorísticos tratan con naturalidad situaciones violentas.
Trasladada al aula, la violencia surge, de no mediar patología, lo que es necesario descartar, en aquellos niños y adolescentes con autoestima baja, cuyo rendimiento escolar no es satisfactorio y les ocasiona frustración, a la vez que una no pertenencia con esa institución, que solo logra mostrarles sus debilidades, y de la que quieren participar de alguna manera, aunque sea como “los malos”. Así se burlan de ciertos defectos físicos de sus compañeros, de los buenos alumnos respetuosos, modelos incapaces para ellos de reproducir, de los profesores, a los que ven como sus enemigos; haciendo alianzas entre aquellos que se hallan en la misma situación de desventaja, para parecer “que tienen el poder”. También la violencia puede no ejercerse contra personas, sino contra el edificio escolar o su mobiliario, que representa el lugar donde se produce su frustración.
Por lo general, estos educandos violentos, viven a diario situaciones de violencia, de la que son objeto en sus propios hogares, que muchas veces ven la violencia como la única salida posible, y lo trasladan a las aulas.