Factores del éxito escolar
Para que los resultados del proceso de enseñanza aprendizaje sean exitosos, a nivel individual y grupal, hay que observar múltiples factores, tanto internos como externos.
Las instituciones escolares pueden aportar al éxito escolar, ofreciendo un ambiente acogedor, contención, personal idóneo, enseñanza de técnicas para lograr autonomía en el aprendizaje, infraestructura adecuada y acomodando sus servicios a las necesidades del alumnado que allí concurre. Por ejemplo si se presentan problemas de conducta, resolverlos a través del gabinete escolar; si concurre a la escuela una población con carencias socioeconómicas, instrumentar un comedor; si existen problemas de aprendizaje, utilizar un sistema de tutorías. Un factor no despreciable es el del grupo de pares. Es posible que ellos presionen al niño en forma positiva o negativa; y este es un caso que también debe ser objeto de observación desde la escuela, para alentar a los líderes positivos, y actuar para desarticular liderazgos negativos.
Además, es importante destacar el papel de los docentes en el éxito escolar. Ellos son los encargados de transmitir los conocimientos, pero también de motivar a los estudiantes, de hacerles ver la importancia de lo que están aprendiendo y de cómo pueden aplicarlo en su vida diaria. Los docentes deben ser capaces de adaptar su enseñanza a las necesidades de cada estudiante, utilizando diferentes métodos y técnicas para asegurar que todos los estudiantes comprendan y asimilen los conceptos. También deben fomentar un ambiente de respeto y colaboración en el aula, donde todos los estudiantes se sientan valorados y escuchados.
La familia ocupa un lugar destacado en el éxito escolar de sus niños, acompañando el proceso desde la motivación, preguntando cómo les fue en la escuela, si tienen tareas, si ha surgido algún problema, y en este caso, deben acercarse a la institución para ver en conjunto la forma de solucionarlo. Concurrir a las reuniones de padres; escuchar y colaborar cuando se les plantea algún hecho en que esté involucrado su hijo; ayudarlos con las tareas si es posible (no hacérselas, sino guiarlos).
En este sentido, es fundamental que los padres mantengan una comunicación abierta y constante con los docentes, para estar al tanto de los progresos y dificultades de sus hijos. Deben mostrar interés en lo que sus hijos están aprendiendo y proporcionarles un ambiente en casa que favorezca el estudio y la concentración. Además, los padres pueden reforzar lo aprendido en la escuela a través de actividades lúdicas y educativas en casa.
Obviamente, es desde el propio alumno de donde deben partir las ganas por aprender, ya que nadie aprende si no lo desea; pero seguramente si el alumno ve el interés que en su formación ponen padres y docentes, sentirá deseos de superarse. Aquí también es importante el papel de la autoestima y la confianza en sí mismo. Los estudiantes que creen en sus capacidades y valoran su esfuerzo son más propensos a tener éxito en sus estudios. Por lo tanto, tanto la escuela como la familia deben trabajar para fomentar la autoestima y la confianza de los estudiantes.