La educación en Brasil
La educación en Brasil no es una de sus fortalezas. Más de la mitad de la población de Brasil no complementó la educación primaria, y dentro de esa cifra la mayoría pertenecen a la raza negra. Se dividen los establecimientos de enseñanza en públicos gratuitos (federales y municipales) que actualmente están sometido a periódicas evaluaciones (Sistema de Evaluación de la Educación Básica) a efectos de mejorar el nivel, acompañado de un sistema de becas, aunque continúa existiendo una gran brecha entre quienes pertenecen a hogares cadenciados y aquellos con mayores oportunidades, existiendo muchos analfabetos funcionales; y también hay establecimientos privados.
El gran pedagogo Paulo Freire, inspiró el programa del presidente Lula Da Silva, de alfabetización de jóvenes y adultos, pero que en la práctica no arrojó resultados demasiado alentadores ni modificó los índices de analfabetismo. Este programa fue reformulado a partir del año 2006 y quedó en manos de las escuelas, estando antes a cargo de asociaciones no gubernamentales.
La primera parte del sistema educativo brasileño, consiste en un nivel básico o fundamental de once años de duración, siendo obligatorio los ocho primeros años que comprende si no hay repitencia desde los 7 a los 14 años, centrado en lograr el dominio de la lecto escritura y las bases de la matemática. El segundo grado del nivel básico no obligatorio se eleva hasta los 17 años, desarrollando el pensamiento abstracto.
Completados los estudios básicos debe aprobarse para ingresar en la universidad un examen llamado “vestibular”, cuyo fin es seleccionar quienes ocupar las vacantes. Además de las universidades ofrecen estudios superiores las Federaciones de escuelas y las Escuelas aisladas. Luego se realizan estudios superiores de una duración que oscila entre tres y seis años, pudiéndose luego cursar postgrados de doctorado o magísteres.