Los cambios en educación
Los cambios en educación son importantes para adaptar los contenidos, la estructura, las estrategias y los valores al contexto socio-histórico. Sin embargo muchos cambios son efectuados de modo imprudente y apresurado, solo para decir que algo se ha modificado, pero no todo cambio resulta positivo. Para que lo sea, se debe escuchar a todos los integrantes de la comunidad escolar, averiguar sus reales necesidades, comprobar que los cambios que en teoría aparecen como viables y eficaces, puedan ser llevados a la práctica de manera adecuada, ya que tal vez la idea sea buena, pero los protagonistas del cambio (directivos, docentes, alumnos y padres) no se encuentran preparados para instrumentarlos de modo adecuado. Cuando en Argentina, la Ley Federal de Educación estableció la EGB y el Polimodal la idea no era mala. En la EGB (séptimo, octavo y noveno año) los alumnos verían las materias de ciencias de modo integrado. Uno de los problemas fue que los docentes, que debían integrar esas ciencias, no estaban capacitados en todas ellas. Por ejemplo un profesor de Historia se vio obligado a integrar su asignatura con Geografía, o viceversa; pero como tenía dominio solo de una de ellas, descartó en su enseñanza la que le era más dificultosa.
La sociedad cambia en cuanto a su composición, sus medios materiales y sus valores; y la escuela debe acompañar esa transformación, siempre que sea prudente y necesaria. Si el cambio es de valores positivos por los negativos, la escuela debe ser el refugio de lo ético, de lo moralmente valioso, y no corromperse de la mano de la sociedad; sino luchar por conservar las costumbres sanas y las normas morales que sustentan una sociedad democrática y pluralista. En este caso la escuela debe ofrecer resistencia al cambio; y ser el lugar donde se repiensa la sociedad para volver a sus raíces. Por ejemplo, si vivimos en una sociedad violenta, xenofóbica e individualista, la escuela no debe acomodarse a esa ideología sino intentar revertirla y que las nuevas generaciones rescaten valores que parecen socialmente olvidados. Los cambios sociales y culturales que deben hacer que la escuela cambie, son los que llevan al progreso, como por ejemplo, la incorporación a las aulas de niños con necesidades especiales, las nuevas tecnologías, la participación activa del estudiante, entre otras.