Los profesores taxi
¿Por qué el calificativo de taxis? Porque los docentes, especialmente en el sistema secundario argentino, se ven obligados a ir de una escuela a otra a cumplir con su jornada laboral, debiendo tener pluriempleos por razones ajenas a su voluntad. Y no es que van solo de una a otra escuela, sino que llegan a tener que cumplir tareas hasta en diez o más establecimientos. Esto es así porque los maestros de nivel primario, cumplen su tarea por turnos, y entonces, solo si trabajan en doble turno, podrían tener que, terminado uno, dirigirse al otro. Pero en el secundario, al estar divididos los cargos en horas cátedras, de cuarenta minutos cada una; o en módulos de sesenta minutos, los docentes en la práctica no pueden lograr concentración de tareas.
Supongamos un profesor de Ciencias Sociales que en un mismo curso dicta cuatro módulos, con eso difícilmente pueda vivir, pues para tener un sueldo digno (o casi) necesita tener al menos 20 módulos. El resto de las horas o módulos difícilmente los hallará en ese colegio, pues en general ya hay otros docentes designados en dichos cursos; así que deberá buscar en otros establecimientos donde desempeñarse.
Esto provoca mucha pérdida de tiempo en el docente y poco compromiso con la institución (es casi imposible asistir a las reuniones de departamento o hacer trabajos interdisciplinarios) a la que va solo un rato, y tal vez una sola vez a la semana, si es que dicta algunas asignaturas como Construcción de la Ciudadanía, Salud y Adolescencia, Psicología y otras, de solo dos módulos. Se calcula que por lo menos la mitad de los profesores puede ser llamado taxi en Argentina.
Existen algunos mecanismos, como el MAD, que ayudan a concentrar horas y módulos en una escuela, donde el docente puede pedir anualmente cambio de colegio, pero una vez concedido, si es que existen vacantes en la escuela pedida, debe esperar dos años para poder solicitarlo de nuevo.
Gobierno tras gobierno han asumido el compromiso de terminar con los profesores taxi, pero hasta ahora los resultados son escasos. En mi caso particular, pude tener solo dos escuelas luego de 17 años de docencia. Hasta entonces, llegué a tener nueve.