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¿Cómo hacer mapas conceptuales?

Publicado por Hilda Fingermann

Los mapas conceptuales son esquemas que establecen enlaces entre conceptos, por medio de palabras conectoras, colocadas entre líneas direccionales, formando proposiciones, que ofrecen un resumen relacional, de impacto visual.

Se comienza tomando un texto y realizando en él, la técnica del subrayado. Allí obtendremos los conceptos de los que trata, los que debemos disponer en jerarquías. Las ideas principales, conceptos más generales y abarcativos, se deben escribir en la parte superior del mapa. Más abajo se colocarán los conceptos menos inclusivos o ideas secundarias. Si se dan ejemplo, estos deben estar en el nivel más bajo de jerarquización.

Luego debemos relacionar estos conceptos uniéndolos con palabras que se adecuen al significado que tenían en el contexto que habían sido usadas, sin que existan palabras específicas a usar como nexos conectores.

También puede el docente darles los conceptos a relacionar directamente sin estar incluidos en un texto específico. En este caso los alumnos deberán buscar las relaciones existentes recogiendo información, en un trabajo de investigación. El número aconsejable de conceptos a incluir, en principio, es entre seis y diez.

Tanto si los conceptos son extraídos de un texto o dados por el docente, lo primero es conocer su significado a través de un diccionario y a través de ejemplos.

Se debe explicar también que son las palabras enlaces que conectan conceptos y cómo se usan. Por ejemplo si tengo que conectar el concepto de revolución con el de cambio puedo usar como conectores “es”, “se define como”, “implica”, “supone”, “significa2 etcétera.

Las relaciones pueden ser muy diversas, y cada alumno las puede construir de modo personal, ordenando de la manera que cada cual lo considere pertinente. Exige una tarea más compleja que un cuadro sinóptico pues implica jerarquizar, comparar, y relacionar.

Es conveniente que se hagan borradores, hasta que las jerarquizaciones y relaciones resulten apropiadas.

Es una herramienta muy útil de aprendizaje autónomo y para aprender a aprender, pues requiere una organización cognitiva. Es muy productiva como tarea grupal, pues los significados y las relaciones de cada concepto con otro pueden generar discusiones y negociaciones de alta calidad para el aprendizaje significativo. Es conveniente que los primeros mapas se hagan en el pizarrón con todo el grupo, supervisados por el docente.