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Cómo preparar una exposición oral

Publicado por Hilda Fingermann

Exposición oralYa sea porque tengamos que dar una clase, una conferencia, o rendir una evaluación oral, enfrentarnos al desafío de hablar a una audiencia cara a cara suele ponernos nerviosos, especialmente la primera vez que lo hacemos o si hemos tenido una mala experiencia al respecto.

Lo primero que tenemos que considerar es lo que necesitamos transmitir, o sea el contenido del mensaje, y a quien va dirigido. Si se trata de una conferencia brindada ante un grupo profesional el nivel de la exposición deberá ser mucho más profundo y con expresiones técnicas y científicas precisas, que si se trata de una clase, y en este caso también habrá que determinar la edad de los alumnos y el nivel de sus contenidos previos, para adecuar a ello la simplicidad o complejidad de la comunicación. En el caso de un examen el contenido estará determinado por el programa de la materia.

Conocer el contenido en profundidad nos ayudará a sentirnos seguros. Es preferible que no profundicemos hasta no saber primero con solidez los conceptos más básicos en los que apoyaremos el resto de la exposición. Si sabemos que sabemos, tomaremos confianza, y si hay algún tema o algunos temas, un poco más flojos, y no alcanzamos a prepararlos, tener en cuenta esta posibilidad, y no tener vergüenza a expresar que en esa particularidad no hemos ahondado (por eso es importante que sepamos lo básico: no es lo mismo desconocer un detalle del asunto que un concepto medular).

Hacer un esquema de la exposición ayuda mucho. Debe comenzarse con una breve introducción, luego con el tema en sí a lo que se le debe otorgar el mayor espacio de tiempo y luego extraer una conclusión corta, a la manera de cómo se escribe un cuento.

Si se nos permite, podemos llevar un cuadro sinóptico con la secuencia y los contenidos más importantes que no debemos olvidar a modo de ayuda memoria, lo que tal vez no necesitemos usar, pero es un recurso con el que saber que contamos, nos tranquilizará.

Se debe hablar con voz segura, clara, mirando al auditorio, respetando las pausas, siendo muy prudente y aconsejable practicar la exposición midiendo los tiempos, ante compañeros, familiares o amigos. Puedes grabarte, así al escucharte podrás corregir lo que califiques como erróneo o deficientemente expuesto. En caso de ser posible, es útil apoyarse en filminas, gráficos en el pizarrón, videos o láminas.

Los docentes deberías implementar esta técnica, incluyendo es sus estrategias de aprendizaje y evaluación las exposiciones orales, para que los niños se vayan acostumbrando a enfrentarse al público.