¿Cómo mejorar la ortografía?
Los docentes estamos ya acostumbrados y en cierta manera resignados, a leer las producciones escritas de nuestros alumnos que desbordan en errores de ortografía, muchas veces tan graves que los calificamos de “horrores” en lugar de “errores”.
Los alumnos ya no prestan atención a las reglas ortográficas, que como son convencionales, se las debe estudiar por repetición y adquirirlas por hábito, lo que en la pedagogía moderna no está bien visto, y por ello se han desterrado de la práctica áulica, estrategias tales como el dictado y la posterior corrección de errores, más la copia de la palabra mal escrita varias veces por parte del alumno, lo que contribuyó a que muchas generaciones que precedieron a la actual, escribieran sin faltas ortográficas. Países como España y Francia han reincorporado el dictado como parte obligatoria del proceso de enseñanza-aprendizaje, ante las caóticas faltas ortográficas de los educandos.
Si bien los correctores de textos cuando se escribe desde un ordenador ayudan a solucionar este problema, muchas veces el contexto puede cambiar si una palabra se escribe con “s” o con “c” o todo junto o separado, como ocurre con “sesión” y “cesión” o con “o sea” y “óseo”, que la máquina no identifica. Además, no siempre tenemos una computadora a mano para escribir.
Si bien dictar puede resultar aburrido, esto dependerá también del contenido de lo que se dicta. Si el texto elegido es interesante o motivador, los alumnos le prestarán atención y casi sin darse cuenta, comenzarán a corregir sus errores ortográficos. La lectura y la copia de textos también favorecen una buena ortografía, lo mismo que el uso del diccionario. Estas prácticas, además, favorecen la comprensión lectora y el enriquecimiento del vocabulario, competencias cuya carencia es también notoria entre el alumnado.
Se requiere además el compromiso de todos los docentes del establecimiento para que los niños escriban correctamente, ya que no es sólo responsabilidad de las maestras o profesoras de Lengua, sino que se escribe en todas las asignaturas, y se lo debe hacer de modo adecuado.
Tomar conciencia, alumnos, padres y docentes que la ortografía es importante, es el primer caso para solucionar el problema.
Otra técnica que puede ser de gran utilidad es el uso de juegos educativos que fomenten el aprendizaje de la ortografía de una manera lúdica y entretenida. Existen aplicaciones y plataformas en línea que ofrecen actividades interactivas, como crucigramas, sopas de letras y juegos de palabras, que ayudan a los estudiantes a familiarizarse con la correcta escritura de las palabras mientras se divierten. Estas herramientas no solo hacen el aprendizaje más ameno, sino que también permiten a los alumnos practicar de manera autónoma y a su propio ritmo.
Además, es fundamental que los padres se involucren en el proceso de aprendizaje de sus hijos. Pueden ayudar a reforzar las reglas ortográficas en casa mediante la lectura conjunta de libros, la corrección de tareas y la realización de ejercicios adicionales. La constancia y el apoyo familiar son claves para que los estudiantes adquieran buenos hábitos de escritura.
La tecnología también puede ser una aliada en la mejora de la ortografía. El uso de aplicaciones de dictado por voz puede ayudar a los estudiantes a identificar sus errores al escuchar cómo se pronuncian las palabras correctamente. Asimismo, los blogs y foros educativos permiten a los alumnos escribir sobre temas de su interés y recibir retroalimentación de otros usuarios, lo que puede contribuir a mejorar su ortografía y redacción.
Por último, es importante que los docentes se mantengan actualizados sobre las nuevas metodologías y recursos disponibles para la enseñanza de la ortografía. La formación continua y el intercambio de buenas prácticas entre colegas pueden enriquecer las estrategias utilizadas en el aula y, en consecuencia, mejorar los resultados de los estudiantes en esta área.
En definitiva, mejorar la ortografía requiere un enfoque integral que combine métodos tradicionales y modernos, el compromiso de toda la comunidad educativa y el uso de herramientas tecnológicas que hagan el aprendizaje más accesible y motivador para los alumnos.