Estrategias para el aprendizaje significativo
En el aprendizaje significativo se logra obtener mayor cantidad de conocimientos de modo sistemático, por un tiempo prolongado, pues no es una anexión arbitraria sino que los nuevos aprendizajes se suman a los ya existentes de un modo reflexivo y relacionado, dentro de la estructura cognitiva.
Para lograr que el alumno aprenda significativamente hay que indagar sobre sus ideas previas, motivarlo hacia la conveniencia de no limitarse a una repetición memorística, y presentarles un material potencialmente significativo, que el alumno debe estar dispuesto a analizar y descubrir.
Esto no significa desterrar la retención de ciertos datos, muchas veces necesarios, pero se debe tratar de hacerlo de modo relacional. Por ejemplo, si se desea recordar un número telefónico, y se lo repite varias veces, ese número ingresará por un tiempo limitado en la memoria a corto plazo. Sin embargo, si se relacionan los números con otros ya conocidos (por ejemplo, los dos primeros coinciden con el número de la casa de mi abuela, los dos segundos con la fecha de mi cumpleaños, etcétera) esos datos, cobrarán una significación, e ingresarán en la memoria a largo plazo.
Iniciar el proceso de enseñanza aprendizaje, planificando luego de una prueba diagnóstica, ayudará al docente a seleccionar el material adecuado para el grupo de que se trate.
Ese material debe contener información ya conocida e introducir paulatinamente la novedosa. Las palabras desconocidas deben ser buscadas en el diccionario, y dar ejemplos sobre situaciones concretas, como presentar imágenes a través de láminas o películas, sobre todo en los primeros años de la escolaridad.
Seleccionar las ideas principales, confeccionar con ellas un resumen, y luego una síntesis, es un primer paso.
Los cuadros sinópticos ayudan mucho en esta tarea, primero realizados por el docente, luego dejando espacios en blanco para ser completados por los educandos, y a posteriori realizados íntegramente por ellos.
Los mapas conceptuales son un elemento valioso, donde el maestro o profesor debe servir de guía, al menos al principio, pero que serán de gran utilidad para relacionar conceptos.
Cuadros comparativos son también una gran ayuda para entender los temas a tratar y relacionarlos con otros, en sus similitudes y diferencias.
Las pruebas objetivas incluyendo verdadero y falso, con justificación, pueden ayudar a la reflexión crítica, lo mismo que un texto que contenga errores que los alumnos deben descubrir.
Los trabajos grupales, con opiniones personales y del conjunto, y la discusión de ideas, son una estrategia a tener muy en cuenta.
Al principio los alumnos seguramente manifestarán rechazo, pues es más simple memorizar y contestar cuestionarios sin pensar, que hacer un análisis reflexivo, pero todo es cuestión de hábito, e ir introduciendo las distintas técnicas de modo gradual, ayudando primero, incluso haciéndolo entre todos, para luego promover un aprendizaje autónomo.