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La enseñanza de la Historia

Publicado por Hilda Fingermann

Lo primero que debe hacer el docente de Historia es dar el concepto de la asignatura y explicar su importancia con ejemplos concretos. Los alumnos siempre preguntan al docente para qué deben aprender cosas que ya pasaron, y esa es una excelente oportunidad para evidenciar cómo los acontecimientos del presente se explican por los que le antecedieron, incluso la historia personal de cada uno de los integrantes del curso. Todo es producto de una historia.

No solo los libros nos hablan de la historia, sino los antiguos edificios y monumentos y las obras de arte. Aprender a reconocer cómo han llegado hasta nosotros nos ayuda a comprender el por qué de su existencia y sus peculiares características. Las cosas son como son por que se crearon en un contexto histórico, y nosotros somos lo que somos como producto de nuestra propia historia.

Un tema crucial es la ubicación temporal, por lo cual no puede prescindirse en las clases de Historia de la línea del tiempo, que ayude a colocarse dentro del pasado, lo cual resulta una tarea muy ardua. Los documentales y películas pueden ayudar mucho en ese sentido, donde se recreen situaciones ambientadas en el período correspondiente, para que puedan apreciar visualmente respecto a los protagonistas objeto de estudio, cómo hablaban, cómo se vestían, donde vivían, cuáles eran sus ocupaciones y pasatiempos, etcétera.

No es tan importante en la enseñanza de la Historia, detenerse en el desarrollo de batallas, fechas, nombres, sino entender la Historia como una sucesión de causas y consecuencias, donde cada período tiene características propias que permiten que ocurran esos acontecimientos y no otros, y que la superación de una etapa y los cambios que conlleva, origina nuevos hechos.

Por ejemplo, es importante advertir por qué no pudo desarrollarse la ciencia en la Edad Media, y sí a partir de la Edad Moderna, que coincide con la pérdida del poder la iglesia, y el despertar del pensamiento libre, de la mano de la aparición del protestantismo. Esto determina que surja el Humanismo, el Renacimiento, y a posterior el iluminismo, cuya ideología cuestionaría al poder real y sería el germen de la Revolución Francesa, que no hubiera existido sin Revolución Industrial, que le dio poder económico a la burguesía, etcétera. Esto es lo quiero señalar como importante, que el alumno llegue a comprender la historia como proceso, y no como hechos aislados e inconexos, y además que lo haga con espíritu crítico, opinando por ejemplo si fueron o no justificadas las muertes sucedidas en pos de lograr la libertad, o qué hubiera ocurrido si esos hechos se hubieran dado de otra manera, que tal vez puedan imaginar, y que hubieran contribuido a gestar otra Historia.

Se ha dado un paso muy importante en la enseñanza de la Historia al estudiar a los próceres como seres humanos, y no semidioses incapaces de equivocarse. La Historia ya no es la Historia solo de esos personajes destacables, sino que el protagonista es el hombre en general, y los que hicieron hechos notorios por la patria merecen ser juzgados críticamente en cuanto a lo bueno y lo malo que hicieron. Personajes que fueron incuestionables otrora, aparecen hoy controvertidos, como por ejemplo, Colón, cuyo himno reza “salve a ti visionario divino…” o Sarmiento, que también tiene su himno que lo designa “como el grande entre los grandes”.