Aprender a leer jugando
El juego en las áreas curriculares es de enorme relevancia, particularmente en los primeros años, para que se sienta el agrado por aprender. Jugar con las letras y las palabras, descifrando sus códigos y simbolismos puede ser divertido y altamente provechoso.
Hay innumerables juegos didácticos en este sentido, de muy bajo costo, que es recomendable que existan no solo en el salón de clases del nivel inicual y primeros años de primaria, sino también en los hogares para estimular desde edad temprana el gusto por el aprendizaje de la lecto-escritura, fundamental en el proceso de la comunicación humana, ya que solo se considerará alfabetizado a aquel que además de conocer las letras, pueda comprender su significado y transmitir mensajes oralmente o por escrito.
Como todo hábito, el de la lectura se adquiere con la práctica, y adentrarse en el mundo de los cuentos infantiles, es una manera placentera de fomentarlo. Podemos estimular la imaginación sugiriendo a los alumnos que imaginen como sigue el cuento, luego de leerles y hacerlos leer alguna página, o que pasaría si la acción hubiera transcurrido en otro tiempo o lugar, o los personajes hubieran adoptado otras actitudes. La lectura es justamente el medio esencial para formar niños creativos, imaginativos, participativos y críticos, como demanda nuestra actual sociedad democrática.
Los juegos de corresponder imágenes con palabras al principio, y luego adivinanzas, crucigramas, completar palabras, integrar oraciones que otros comenzaron, cambiar el orden de las letras para formar palabras nuevas, son algunos de los juegos que estimulan el aprendizaje del lenguaje.