Aprendizaje sincrónico o asincrónico
Sincrónico, es aquello que se hace a un tiempo idéntico; y asincrónico, lo opuesto. El aprendizaje sincrónico es aquel donde los estudiantes aprenden juntos en igual espacio temporal. En las clases presenciales, el aprendizaje es sincrónico, pues, en un salón de clases, se reúnen los educandos y el educador, para aprender en un horario establecido.
En la enseñanza-aprendizaje en línea, también puede haber aprendizaje sincrónico, como cuando el profesor da una clase por una plataforma virtual, en un determinado horario, y les pasa los datos de acceso, para que los alumnos se conecten y escuchen las explicaciones, de modo simultáneo; pudiendo durante la clase, hacer preguntas o aportes a la clase, ya sea de modo directo, habilitando su micrófono o a través del chat.
Sin embargo, en la enseñanza a distancia, también puede darse el proceso de enseñanza- aprendizaje asincrónico, que no ocurre en un mismo tiempo; y, por ende, no hay interacción entre los participantes, en tiempo real, pues no están conectados todos, en un mismo horario pautado. Esto ocurre, por ejemplo, si se envía a los estudiantes videos grabados o correos electrónicos, con documentos o trabajos prácticos; se arman foros, etcétera. El aprendizaje asincrónico es el primero que apareció en la enseñanza virtual, hasta que los avances tecnológicos posibilitaron el aprendizaje virtual sincrónico.
En el aprendizaje sincrónico, si bien hay mayor retroalimentación, pues las dudas se resuelven en el momento, y se hacen aportes en el momento preciso, pudiendo escucharse entre compañeros; tiene la desventaja que exige que todos tengan disponible ese horario, en el que no debe existir, además, ningún problema de conexión.
Por otro lado, el aprendizaje asincrónico, permite manejar con mayor amplitud los tiempos, adecuándose a las posibilidades y ritmos de cada uno, aunque en general, también hay plazos. No es recomendable, el aprendizaje asincrónico, para alumnos de primaria y primeros años de secundaria, pues requiere tener incorporados instrumentos de aprendizaje autónomo. Por supuesto, un aprendizaje asincrónico no implica que el docente les envíe o publique las explicaciones o tareas y luego las corrija, sino que debe estar atento a las preguntas de los alumnos, para evacuar sus dudas, pero también es probable que no se responda al instante, sino que puede establecerse una franja horaria y días para contestar, por lo que el estudiante, debe armarse de paciencia.
Además, es importante mencionar que el aprendizaje asincrónico puede ser muy beneficioso para los estudiantes que tienen diferentes estilos de aprendizaje. Algunos estudiantes pueden necesitar más tiempo para procesar la información y comprenderla completamente, y el aprendizaje asincrónico les permite hacerlo a su propio ritmo. También puede ser útil para los estudiantes que tienen horarios ocupados y no pueden asistir a las clases en tiempo real.
Por otro lado, el aprendizaje sincrónico puede proporcionar una experiencia de aprendizaje más interactiva y dinámica. Los estudiantes pueden hacer preguntas y obtener respuestas en tiempo real, lo que puede ayudar a aclarar cualquier confusión que puedan tener. Además, el aprendizaje sincrónico puede fomentar un sentido de comunidad entre los estudiantes, ya que todos están aprendiendo juntos al mismo tiempo.
No necesariamente, debe optarse por una modalidad u otra, sino que pueden combinarse. He experimentado dar clases por videoconferencia (aprendizaje sincrónico) y como muchos alumnos me manifestaban sus inconvenientes para conectarse; grababa las clases y luego ellos podían verlas cuando desearan (los que habían logrado participar para recordarla, y los que no habían podido, para poder tener acceso al contenido). La mayoría prefería ver al docente en tiempo real; para poder interactuar y sentir la presencia y guía de su docente más cercana; pero, poder luego contar con la clase grabada, les era de gran ayuda.
Además, es importante tener en cuenta que la elección entre el aprendizaje sincrónico y asincrónico puede depender de la materia que se está enseñando. Algunas materias pueden ser más adecuadas para un formato sincrónico, mientras que otras pueden beneficiarse de un enfoque asincrónico. En última instancia, la elección entre estos dos métodos de aprendizaje dependerá de las necesidades y circunstancias específicas de los estudiantes y del profesor.