Comunidades virtuales de aprendizaje
Si bien estas comunidades virtuales pueden darse en la educación no formal, en este caso nos referiremos a ellas como estrategia de aprendizaje escolar.
La aplicación de las nuevas tecnologías, entre ellas los móviles y ordenadores con acceso a Internet, a los contextos áulicos permiten aplicar esta moderna técnica de enseñanza grupal que se extiende fuera de los límites materiales del aula y de sus integrantes para abarcar otros grupos de alumnos físicamente distantes pero virtualmente cercanos, con quienes compartir información y experiencias en base a propósitos comunes, agregando nuevos elementos de heterogeneidad, espontaneidad y dinámica a la conformación establecida del aula.
Los grupos pueden estar integrados por diferentes secciones de una misma escuela, para trabajar problemáticas comunes, como por ejemplo el cuidado del medio ambiente o de la salud, o preparar la conmemoración de una fecha patria. Puede hacerse entre diversas escuelas de la zona o trascender incluso la propia región o país.
En estos últimos casos, se verán otras realidades, otros usos y costumbres, otros modos de vivenciar problemáticas y resolverlas tanto más diferentes cuanto más diversos territorial y culturalmente sean los grupos que se integren. Pero también se observarán temas y preocupaciones en común y sobre todo el propósito de aprender de y con el otro, sumando en la diversidad. Esto despierta sentimientos cooperativos y solidarios.
Para poder hablar de comunidad virtual debe existir un grupo virtual que mantenga cierta estabilidad, un conocimiento y contacto virtual recíproco de sus integrantes (característica de un vínculo comunitario) aunque puedan ir incorporándose a los grupos iniciales nuevos subgrupos que enriquezcan la producción colectiva estableciéndose entre ellos redes de relaciones interpersonales heterogéneas y sumamente valiosas.
Se deben fijar tiempos, nivel y tipo de participación, planificación y coordinación de tareas, para lo cual la guía docente es esencial, motivando, controlando el material, aportando ideas, evaluando, etcétera. Se requiere un cierto grado de autonomía de los estudiantes en la participación de la búsqueda de información, análisis y espíritu crítico así como conocimientos básicos en tecnología digital, por lo cual no es conveniente su aplicación en los primeros grados de la enseñanza formal.
El producto puede ser llegar a conclusiones comunes que se darán a conocer en la red, la elaboración de un periódico digital, la realización de un video, la propuesta de ayudas comunitarias, etcétera.