¿Cómo estudiar sin aburrirse?
Estudiar no es, ni mucho menos, un plan divertido, pero tampoco debe ser un martirio. Podemos incorporar a esta actividad mental, ciertos elementos que la vuelvan interesante y hasta atractiva, sin dejar de reconocer que es un esfuerzo y que nos demandará tiempo y concentración. Por lo tanto, no exageremos con las distracciones pues perderemos el foco del objetivo, que es el de aprender.
Por supuesto vamos a dar estrategias, aclarando que debemos diferenciar de qué materia se trata, pues no es lo mismo estudiar, Matemáticas, Lengua, Ciencias Sociales o Ciencias Natrales. Cada una tiene sus especiales características y particularidades. Las pautas son para adolescentes del nivel secundario o universitario.
En general podemos decir que lo importante es trazar un plan y respetarlo. Así como la escuela tiene horarios, en casa también debemos fijarlos (por ejemplo, una hora de estudio y diez minutos de pausa durante dos o tres horas, según el tiempo que nos requiera. En la Universidad seguramente se demandarán más horas de estudio, especialmente en épocas de exámenes). Otro modo, es pautar la cantidad de páginas a leer o ejercicios a resolver, antes del recreo.
Es preciso buscar un lugar acogedor, iluminado y aseado para sentarnos a estudiar. Esto ayudará, además, a crear el hábito del orden y de la responsabilidad.
Tengamos en cuenta que lo que hace aburrida a una tarea es la falta de motivación, y a eso hay que tender; a motivarnos intrínseca y extrínsecamente. En el primer caso, pensando que saber nos hace crecer como personas, acordándonos, por ejemplo, de lo que sentimos cada vez que podemos hacer cosas por nosotros mismos, y sin depender de otros, y eso requiere conocer. Por el lado de la motivación extrínseca, recordemos que aprobar las asignaturas nos abrirá puertas futuras, y, además, podemos darnos pequeños “premios”, por ejemplo: Si logro cumplir con el plan que me tracé hoy, voy a visitar más tarde a un amigo, dedico un rato a mi pasatiempo favorito, como mi postre preferido, etcétera.
La música es un acompañamiento ideal para hacer más llevadero el estudio, aunque puede llegar a distraer, si el volumen no es muy bajo.
Leer en voz alta, dando a los párrafos diferentes matices de voz, hacer los ejercicios matemáticos cantando, leer caminando, crear reglas nemotécnicas para memorizar palabras, ver videos ilustrativos del tema en Internet o hacer cuadros sinópticos con muchos colores y usando resaltadores, hacerse preguntas, y buscar hojas llamativas para hacer las notas. También “Jugar” a que estamos dando una conferencia sobre el tema, o que somos los profesores y les estamos enseñando ese contenido a nuestros alumnos, pueden ser opciones que resulten interesantes.
Estudiar con un compañero o en grupos de estudios puede ser entretenido, pero cuidado que esto no implique divertirse, tanto que conversen y jueguen en vez de estudiar. A la hora del repaso es muy efectivo hacerlo con otro u otros, para intercambiar ideas, hacerse preguntas, expresarse dudas y buscar respuestas en equipo. Pueden crear juegos de grupo, con preguntas y respuestas sobre la temática. Si el día está lindo, ir a estudiar al parque puede resultar muy gratificante.