Ideal pansófico
La aparición del ideal pansófico podemos ubicarlo en un espacio: Europa, y en un tiempo: mediados del siglo XVII. La pretensión es que merced a la conjunción entre la razón y la religión cristiana, extendiendo la educación a todos, en calidad de iguales, realizar una organización política y social perfecta y uniforme (homogeneizante) con realización personal plena.
El ideal o utopía es que la educación se generalice, se torne universal, se masifique, que todo el conocimiento pueda ser compartido e interiorizado por cada ser humano.
El padre de este ideal pedagógico es Juan Amós Comenius, educador protestante, quien en su obra principal titulada “didáctica Magna” (1657) considera que el medio para lograr el perfeccionamiento individual y social es la educación que se extienda tanto a hombres como mujeres, ricos y pobres, de cualquier creencia religiosa.
En esa época las clases medias y bajas solo tenían la posibilidad de aprender oficios. Para Comenius son necesarios tres elementos para que todos aprendan: objeto (arte, ciencias, idiomas, ética y religión), tiempo (uniforme para todos) y método, donde conjugó la pedagogía con la didáctica. Se debe educar para el entendimiento, la memoria y la voluntad, para hacerla vituosa y piadosa. El aprendizaje debe darse en la interacción amena (evitarse la rudeza) docente-alumno, siendo éste el centro del proceso, que debe ser gradual, aunque el inicio de la educación lo centra en el hogar, donde el niño aprende a reconocer objetos, y luego prosigue la educación en la escuela a la que los padres le delegan en una especie de alianza, el rol de enseñar.
La autonomía docente es poca, pues todos los maestros deben enseñar a los niños de un mismo nivel iguales contenidos, en tiempos rigurosamente pautados
El fin de la educación es servir a Dios, luego al prójimo y por último a cada uno, individualmente considerado.