Evaluación cuantitativa
Es el concepto más tradicionalmente entendido sobre la evaluación, como medida y control de cuanto se ha aprendido. Implica recoger datos, en general a través de exámenes. De esta forma comparamos si los datos obtenidos se acercan a los parámetros previstos como objetivos del aprendizaje. Es la comúnmente usada en los estudios superiores. Se traduce en notas.
Para Zavalza medir es muy importante a la hora de evaluar, pero es solo una parte de la evaluación, que evita la subjetividad, o al menos la morigera.
Según el autor citado, para medir se usa un punto de referencia para comparar, que se denomina “normotipo”, ya sea estadístico, de acuerdo a un grupo referencial; o de criterio, con respecto a un modelo; o individualizado, con respecto a la evolución del alumno evaluado.
Sin embargo Zabalza concluye que la objetividad y el rigor científico no deben dejar de ver que evaluar es mucho más que cuantificar y medir, y se la debe entender como un proceso al que debe incorporarse una valoración cualitativa con técnicas tal vez menos exactas, como la observación, pero más ricas a la hora de evaluar seres humanos y no máquinas que acumulen conocimientos. No se trata de saber solamente cuánto sabe sino cómo y para qué sabe (si interrelaciona los conocimientos, si los puede sintetizar, analizar, aplicar) todo lo cual debe apreciarse con una evaluación cualitativa.
Evaluar no es una simple operación matemática, no son los alumnos números que se suman y restan, sino en todo caso letras que se unen para formar palabras, tal vez no tan precisas, sino ambiguas, vagas, un tanto inquietas, pero que se pretende puedan traducirse en seres humanos equilibrados y socialmente integrados.