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Cambiar de carrera

Publicado por Hilda Fingermann

Elegir una carrera y consiguientemente la ocupación a la que le dedicaremos las preciadas horas de nuestra vida debe ser una tarea muy razonada, pues de ella dependerá buena parte de nuestro futuro económico, de nuestra posición social, y especialmente estará vinculada al grado de satisfacción y plenitud que alcancemos en nuestra vida. Elegir algo que nos gusta, y además para lo que tengamos aptitud natural o estemos dispuestos a realizar un esfuerzo extra por lograr, seguramente será un buen augurio de éxito.

Quien desarrolla una profesión con desgano, porque no le gusta lo que hace, no le dará al producto de su trabajo ese plus de contenido que hace que sea diferente. Cuando a alguien le gusta lo que hace, le pone amor a su trabajo y eso se nota en el resultado.

Si bien dijimos que hay que pensar muy bien a la hora de elegir una carrera profesional, es sin duda muy probable equivocarse, por múltiples razones: edad demasiado joven y falta de experiencia de quien elige, dejarse llevar por motivaciones externas (de amigos, familiares o docentes), escoger por el estatus que la profesión otorga, no visualizar la diferencia entre lo que se cree que es la profesión y lo que en realidad es en la práctica, no haber previsto la exigencia y la falta de tiempo para dedicarle, etcétera.

En los casos en que sintamos que lo que hacemos no es lo que pretendíamos, que lo que se está estudiando no nos conduce a nuestra realización plena, debemos decidir cambiar de carrera, tratando de averiguar esta vez con más detenimiento si la nueva es la que se adapta a nuestros deseos, pues el error anterior debe servir de experiencia para no equivocarse nuevamente.

Consejos para menguar las posibilidades de error en la selección de carreras: ver el programa de las asignaturas del plan de estudios, la carga horaria de cursadas, leer algún libro de una materia específica, hablar con estudiantes, con un profesional recién recibido y con otro con experiencia en la profesión, para que nos expliquen los pro y contra del ejercicio profesional, asistir a alguna clase de la facultad. No decepcionarse si se sale mal en algún examen, ello no demuestra que no se es apto para el desempeño profesional, sino que se necesita reforzar el conocimiento. Que alguien sea un alumno brillante no significa necesariamente que le gusta lo que está estudiando pues puede hacerlo solo porque es responsable.

No debe verse el cambio de carrera como una frustración o un fracaso, sino como una experiencia y un modo de valorar más la nueva profesión elegida, para dedicarse a ella con mayor empeño. La vida a diario nos cierra puertas pero nos abre otras, cuando sabemos buscarlas, encontrarlas y visualizarlas como oportunidades.