La escolarización obligatoria es un avance social
La escuela permite generar mejoras sociales, a nivel de posibilidades. Ojala podríamos decir que se logra a través de ella igualdad de oportunidades, pero por ahora eso no es posible, pues bien sabemos que existen escuelas donde concurren los niños socialmente más desfavorecidos, con problemas nutricionales, falta de apoyo familiar, con carencias económicas y afectivas, que aún cuando la escuela intente transmitirles los mismos contenidos que a los niños de familias más estables económicamente, no se obtendrán los mismos resultados. Ni siquiera los planes sociales o becas estudiantiles pueden equiparar esas desventajas, ya que muchas veces la falta de cultura del esfuerzo, la desmotivación y la desesperanza, hace que niños y padres usen esos recursos económicos con fines diferentes a los de la formación educacional, mandando los chicos solo para cobrar el plan, y no para formarse culturalmente.
Sin embargo, esos niños en la escuela podrán ver otra realidad, un mundo que existe para ellos lejos de la marginalidad, al que podrán acceder gracias a su esfuerzo y al trabajo en común con los docentes y sus compañeros de clase. En el ámbito escolar harán amigos con los que jugarán observados por adultos responsables, lejos de los peligros de la calle, tendrán la posibilidad de acceder al mundo de la información y la tecnología, sintiéndose parte de un mundo en constante progreso, que pareciera no pertenecerles en el seno de su hogar. La enseñanza obligatoria también es importante para la comunidad en su conjunto, ya que un niño escolarizado tendrá mayores oportunidades de incorporarse positivamente a la sociedad, entendiendo y respetando sus reglas, que se van practicando en la escuela.
A nivel primario la enseñanza obligatoria es una necesidad que reconocen casi todos los países del mundo. A nivel secundario va ganando también terreno. En Argentina la nueva Ley de Educación del año 2006 estableció que la educación secundaria sea también obligatoria.
Es verdad que muchos niños y jóvenes no sienten atracción por el estudio, y sin embargo son muy buenos en actividades físicas y manuales. Si bien los conocimientos elementales son absolutamente necesarios para todos, se dediquen a lo que se dediquen (leer, escribir, realizar operaciones matemáticas simples, conocer su historia y la del mundo en forma elemental, y sus derechos y obligaciones como ciudadanos) estimo que la enseñanza de oficios está muy sub valorada, por lo menos en la República Argentina, y sería muy recomendable crear instituciones que forme en ellos de manera idónea. Existen algunos centros, pero hay pocos donde puedan realmente egresar siendo buenos plomeros, carpinteros, herreros, electricistas, etcétera, lo que les aseguraría un excelente porvenir, tan digno como cualquier carrera universitaria.