Rawls y la educación
Si hablamos de equidad social y de igualdad de oportunidades en materia de educación, de integración con calidad, podemos recurrir a quien intentó sentar las bases de la equidad social en general, dentro de la cual la educación se inserta: el filósofo estadounidense John Rawls (1921-2002).
Para Rawls, el contrato social, base de una convivencia armónica debería hacerse entre iguales, con personas que desconocieran su posición social, para que al hacer nacer ese primer acuerdo no se posicionen desde sus intereses de clase. Cada individuo debe tener un derecho igual a los demás y no debe sufrir las consecuencias de que otros también quieran ejercer sus derechos. Situaciones injustas podrán existir, pero solo para evitar injusticias mayores.
Para poder lograr esto, las instituciones, entre ellas la escuela, deben ser confiables y creíbles, y deben compensar a aquellos que tienen menos por cuestiones naturales, ya sea en cuanto a su potencialidad intelectual o en cuanto a sus recursos económicos.
No podemos desconocer que las escuelas argentinas públicas son numerosas y gratuitas y existen sistemas de becas para las familias con problemas económicos, pero no debemos ignorar que la calidad ha bajado enormemente. Así las cosas cabe preguntarse si hay en realidad equidad social en nuestro país, o solo son acuerdos políticos los que determinan desde posiciones de privilegio y no bajo un “velo de ignorancia” lo que más les conviene a los menos favorecidos, perpetuando la existencia de escuelas de ricos y de pobres, donde estos últimos están contenidos por el sistema pero con carencias que van más allá de solucionarse con dinero.
No es por supuesto nada fácil, colocarse un “velo de ignorancia” y tomar una posición neutra a la hora de dictar leyes y resoluciones que hacen a la educación, pero al menos, acordemos sobre las reales necesidades de nuestros niños, no desde un escritorio y leyendo un informe, sino viviendo junto a ellos su realidad, escuchando sus deseos y expectativas, tratando de ampliar su visión del mundo y haciéndoles conocer otras realidades, a las que la sociedad, injustamente, les ha privado de acceder.