La educación gratuita
La enseñanza era una actividad remunerada entre los sofistas griegos. Sócrates los criticó e impartió gratuitamente sus enseñazas. Platón fundó “La Academia” que era gratuita, donde se utilizaba el método socrático, pero fue clausurada por Justiniano en el año 529. La educación quedó a cargo de los conventos, donde se impartió popularmente, la enseñanza en latín, de baja calidad, y con acceso a todos por su gratuidad, en parroquias y abadías. La educación a cargo del clero deja de ser exclusiva a partir del Humanismo donde aparecen las escuelas públicas gratuitas populares.
Actualmente El Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales, con vigencia a partir del año 1976, en su artículo 13.2.a. establece una enseñanza primaria obligatoria y gratuita, y en el inciso b. la progresiva generalización de la educación secundaria gratuita, pretendiéndose a partir de un sistema de becas (inciso e) que aquellos que no tengan recursos puedan ingresar, incluso a estudios superiores.
Cuba es en América Latina un ejemplo de enseñanza a cargo exclusivamente del Estado de calidad, y gratuita. Otros países con educación pública y gratuita en todos los niveles son Uruguay y Argentina. En este último país la ley 1420 de 1882 significó la consagración de la educación pública, laica y gratuita. Estos tres países son los que tienen en América Latina el mayor nivel de alfabetización.
En los dos últimos países coexisten junto con los colegios públicos los privados, al igual que en muchos países del mundo, lo que origina bastantes diferencias con respecto a la calidad educativa, pues los colegios privados son excluyentes, y no tratan en su mayoría, de integrar a niños de hogares carenciados o con problemas de conducta o físicos, lo que ocasiona que puedan avanzar en sus contenidos mucho más rápidamente, a costa de discriminaciones.