La educación moral
La educación moral es aquella que importa formar en los educandos las actitudes e ideas que se conformen con lo que la sociedad en la que viven considera positivo, ya que moral procede del latín “mores” con el significado de “costumbre”.
Se trata de una educación en valores, con una misión de integración y de mejora social, que debe comenzar con el ejemplo de los educadores, ya que nadie puede enseñar lo que no posee. Así como un maestro no puede transmitir un contenido o guiar al alumno a que lo descubra, si no lo sabe, tampoco puede predicar y recomendar un valor si él mismo no lo practica.
El maestro ejemplar e intachable fue una condición para el ejercicio del cargo desde la aparición de los primeros maestros egresados de las escuelas normales, que tenían por misión disciplinar, civilizar y educar. Si bien se requería que sean sabios y buenos, la última cualidad era la que se priorizaba.
Emile Durkheim, que vivió en la segunda mitad del siglo XIX y principios del siglo XX, en sus cursos sobre educación, reclamaba educar desde las escuelas en una moral laica y racional, desde la interdisciplinariedad, para lograr formar una moral global que caracterice a una sociedad deseable de vivir. Toda sociedad posee una moral, un conjunto de valores que fue construyendo a través de su historia, que condicionan externamente al individuo y lo obligan para su propio beneficio y el de todos. La sociedad necesita un orden y eso se logra a través de la disciplina y los buenos hábitos. Las reglas son absolutamente necesarias para poder gozar de la libertad. Quien es educado moralmente será capaz de regularse y dominarse y ser un ciudadano del que la patria se sienta orgullosa.