Objetivos de la educación artística
La Nueva Ley de Educación en Argentina, del año 2006, contempla a la educación artística en sus artículos 39 a 41 (Capítulo VII) como asignatura común en todos los niveles y modalidades, asegurándose en la enseñanza obligatoria que puedan desarrollar por los menos dos; pero también se la contempla como orientación específica del nivel secundario y en la educación superior, garantizándose que sea de calidad, para desarrollar su sensibilidad y creatividad, debiendo estimularse a través de ella la valoración del patrimonio natural, cultural y simbólico de una sociedad intercultural como la que conforma la nación.
Además, es importante destacar que la educación artística no se limita a la enseñanza de técnicas y habilidades específicas, sino que también se centra en el desarrollo de la capacidad de apreciación estética y la comprensión de los diferentes contextos históricos y culturales en los que se produce el arte. Este enfoque integral permite a los estudiantes desarrollar una visión crítica y reflexiva sobre el arte y su papel en la sociedad.
En Seúl (Corea) se celebró entre los días 25 y 28 de mayo de 2010 la Segunda Conferencia Mundial sobre Educación Artística, convocada por la UNESCO, donde se plantearon los objetivos de la educación artística en un mundo cambiante, con gran desarrollo tecnológico, pero no igualitario. En este sentido la educación artística está llamada a cumplir el gran desafío de servir para el progreso y renovación constructiva, cultural y como medio de lograr la equidad social, tratando de que llegue a todos los sectores sociales, sin distinción tampoco de edades.
En este contexto globalizado y digital, la educación artística también tiene el desafío de adaptarse a las nuevas formas de creación y consumo de arte. Esto incluye la incorporación de nuevas tecnologías y medios digitales en la enseñanza y práctica del arte, así como la exploración de nuevas formas de expresión artística y comunicación visual.
Por ello la educación artística debe ser accesible, para lo cual se deben instrumentar políticas para incorporarla en todos los niveles de la enseñanza, con vinculación extraescolar y con aplicación de las modalidades digitales, como medio de desarrollo intelectual, creativo, estético, emocional y social, en la contribución de un desarrollo holístico de la personalidad.
Los programas deberán tender a la calidad, la investigación, la realización teórico práctica, estimulando un sistema de intercambio. Además, es fundamental que se promueva la colaboración y el trabajo en equipo entre los estudiantes, ya que esto no solo mejora el proceso de aprendizaje, sino que también refleja la naturaleza colaborativa del trabajo artístico en el mundo real.
Finalmente, es esencial que la educación artística se enfoque en la formación de ciudadanos conscientes y comprometidos con la sociedad. Esto implica fomentar el respeto y la valoración de la diversidad cultural, así como la conciencia sobre la importancia de la conservación del patrimonio artístico y cultural. En este sentido, la educación artística tiene un papel crucial en la formación de una sociedad más justa, equitativa y respetuosa de la diversidad cultural.