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Relajación para estudiar

Publicado por Hilda Fingermann

Estudiar es una actividad estresante cuando se la toma con responsabilidad, especialmente durante los períodos de evaluación. La tensión nerviosa que acompaña al estudiante puede provocarle irritabilidad, cambios en los patrones de sueño y alimentación e incluso trastornos digestivos, dolores de cabeza, mareos, etcétera, lo que es obviamente indeseable, ya que el estudio no debe transformarse en una carga traumática sino que es un derecho, deber en algunos casos, que sería bueno poder disfrutarse.

Además de esto, el estrés puede afectar la capacidad de concentración y retención de información, lo que puede resultar en un rendimiento académico deficiente. Por lo tanto, es esencial aprender a manejar el estrés y la ansiedad para poder estudiar de manera efectiva.

Sin llegar a proponer soluciones mágicas, existen técnicas de relajación, que no demandan en su práctica más que algunos minutos, y que permiten al estudiante controlar sus tensiones, para poder relajarse, y en consecuencia sentirse mejor en su salud física y mental, para poder concentrarse, ya que estando alterado no lo logrará.

Entre estas técnicas, se encuentra la meditación, que ha demostrado ser una herramienta eficaz para reducir el estrés y mejorar la concentración. La meditación puede ser tan simple como sentarse en silencio durante unos minutos cada día, concentrándose en la respiración y dejando que los pensamientos fluyan sin juzgarlos. También existen aplicaciones y videos en línea que pueden guiar a los estudiantes a través de meditaciones específicas para el estudio.

Dedicarle a la relajación un rato diario, acostándose en una colchoneta, cerrando los ojos y pensando en algo placentero, con una música muy suave, respirar concientemente, inhalando en cuatro pasos y luego expulsando el aire por la nariz, realizar pequeñas caminatas por sitios sin congestión de gente, por ejemplo una plaza, comer en forma sana, beber líquidos en abundancia, no restarle horas al descanso nocturno, puede contribuir a sentirse más tranquilo. No es cuestión de estar muchas horas estudiando, sino hacerlo en óptimas condiciones psicofísicas, para que el tiempo que se le dedique mucho (es lo deseable) o poco (si se está en período de tratar de relajarse) sea eficiente.

Además de la meditación, existen otras técnicas de relajación que pueden ser útiles para los estudiantes. Por ejemplo, la técnica de relajación muscular progresiva, que implica tensar y relajar cada grupo muscular del cuerpo, puede ayudar a reducir la tensión física y mental. Otra técnica es la visualización, que implica imaginar un lugar o situación relajante.

El lugar que se destine al estudio también debe ser adecuado, tratando de que no se sufran interrupciones ni ruidos, que distraigan y perturben. Es importante crear un ambiente de estudio que sea tranquilo, cómodo y libre de distracciones. Esto puede implicar el uso de auriculares para bloquear el ruido, mantener el área de estudio ordenada y tener todo lo necesario para estudiar a mano.

El yoga es sumamente aconsejable para los estudiantes, y sus posiciones iniciales (que sirven a estos fines) muy fáciles de practicar. El yoga no solo ayuda a reducir el estrés, sino que también puede mejorar la concentración y la memoria, lo que puede ser beneficioso para el estudio. Además, el ejercicio físico regular, como el yoga, puede ayudar a mejorar el sueño, lo que es esencial para la recuperación y el rendimiento cognitivo.