Estudiar en vacaciones
Hay diversos motivos por los que los alumnos deben estudiar en vacaciones: porque adeudan asignaturas que no han podido aprobar durante el año escolar en el nivel secundario, o deben rendir algunos finales en la universidad. En cualquier caso estudiar en vacaciones es tedioso aunque sirve para ejercitar la responsabilidad, y reflexionar en el caso de los estudiantes secundarios en que el próximo año escolar hay que aprovechar mejor el tiempo de clases. En la universidad es difícil tener las vacaciones completas y no adeudar ninguna materia pues las exigencias son mayores.
Lo primero es verificar que se posee todo el material de estudio, y luego organizarlo, para apreciar cuántos días estimativamente se necesitarán para preparar el examen, agregando dos o tres días más a la estimación, por si sucede algún contra tiempo. Es importante también tener en cuenta que la calidad del estudio es más importante que la cantidad. No se trata de pasar horas y horas frente a los libros, sino de aprovechar al máximo el tiempo de estudio, manteniendo la concentración y la comprensión de los contenidos.
Fijarse objetivos y cumplirlos es fundamental: “Hoy tengo que estudiar estas unidades o temas”. Verás que cuando lo logres te sentirás sumamente satisfecho. Estudiar en una plaza o en el jardín, pueden ser opciones a considerar si no te distraes fácilmente. Además, cambiar de ambiente puede ayudar a mantener la concentración y a evitar la monotonía del estudio.
El paso siguiente es programar las jornadas, dividiendo por día lo que haya que estudiar, y dedicando el tiempo necesario para cumplir lo prefijado. Si sobra el tiempo, éste podrá dedicarse al esparcimiento deseado. Es mejor levantarse temprano, cuando aún no hace demasiado calor, para poder luego aprovechar el resto del día.
Una buena manera de pasarlo mejor, es encontrar un compañero de estudio, que hará la tarea menos aburrida. Además, estudiar en grupo puede ser una excelente estrategia para mejorar la comprensión de los contenidos, ya que permite compartir dudas, explicar conceptos a los demás (lo que ayuda a consolidar el conocimiento) y aprender de las explicaciones de los compañeros.
Se debe también dejar tiempo suficiente para el descanso, ya que con sueño, la concentración es mucho más dificultosa. Es fundamental mantener un equilibrio entre el estudio y el descanso. No se trata de estudiar todo el día, sino de hacerlo de manera eficiente. El descanso es necesario para consolidar la información aprendida y para mantener la motivación y la energía para seguir estudiando.
Además, es importante recordar que las vacaciones también son un tiempo para disfrutar y relajarse. Por lo tanto, es esencial organizar el tiempo de estudio de manera que también quede tiempo para realizar actividades recreativas, salir con amigos, practicar deportes o simplemente descansar. De esta manera, se puede mantener un buen rendimiento académico sin renunciar al disfrute de las vacaciones.