Educación
Inicio Aprendizaje La comunicación en el aprendizaje

La comunicación en el aprendizaje

Publicado por Hilda Fingermann

Para aprender necesitamos que nos enseñen (los padres, los docentes, los amigos, los libros, los medios de comunicación) y para enseñar se precisa dar a conocer (comunicar).

Cuando un libro, la televisión, un sitio de Internet enseña comunicando, lo hace de modo unilateral, no receptivo; y por lo tanto, resulta en general más difícil lograr un aprendizaje eficaz, al no existir retroalimentación. La interacción comunicativa es fundamental en el aprendizaje formal que se desarrolla en la escuela, lo que constituye su principal virtud. El docente se presenta ante los alumnos y ellos pueden percibir sus gestos, su voz, su accionar, y todo ello les revela por ejemplo, el placer que siente de estar en el aula guiando a sus alumnos en la tarea de aprender, las ganas de ayudarlos, el tono que emplea para enfatizar cuestiones relevantes, lo que sabe, la predisposición para escucharlos, etcétera. Esto no siempre sucede, pero cuando ocurre, el proceso educativo tendrá un final sumamente satisfactorio.

Comunicar el saber no es la clase magistral; el docente debe dar participación a los alumnos que también tienen mucho para expresar (dudas, opiniones, conocimientos previos o simplemente desinterés) y lo hacen no solo con palabras sino con conductas. Si el docente percibe que los alumnos están desmotivados (miradas ausentes, conversaciones entre ellos, etcétera) deberá realizar alguna intervención o modificar su estrategia comunicativa para captar la atención de los alumnos (a veces una broma, una anécdota, un ejemplo ocurrente, puede captar la atención para luego continuar con la clase). Orientar a la búsqueda de información en libros, revistas, Internet (con su maravillosa biblioteca virtual) es abrir la comunicación más allá de lo que sabe el docente y recibe el alumno; es cotejar lo que expresan diferentes autores, crear a partir de allí un conocimiento personal, que convendría sea comunicado, y no solo a través de un informe escrito. Acostumbrar a los alumnos a contar oralmente lo que aprendieron, es un modo muy efectivo de hacerlos perder miedo frente a un público, y ayudarlos a dominar la expresión oral, como medio directo de comunicación.