Comunicación no verbal en el aula
Si bien la comunicación verbal, a través de las palabras, es muy importante y genera en el receptor del mensaje, comprensión, crítica, aceptación o rechazo, las que pueden expresarse también por medio de palabras, generando un diálogo; muchas veces, tanto el que transmite como el que recibe el mensaje, o ambos, responden con gestos y actitudes que manifiestan emociones, estados anímicos, reproches o aprobación.
Cuando el maestro a través de las palabras se dirige a los alumnos, y éstos están haciendo dibujitos, conversando entre ellos o distraídos en cualquier cosa, están mostrando con sus acciones que la clase no les interesa. Cuando el maestro llega tarde, no corrige las tareas en término, no dedica tiempo a explicar las consignas, no escucha las preguntas o dudas de los educandos está diciendo: “no tengo ganas de enseñarles”, y esto es percibido de modo muy desmotivador por la clase, aunque el maestro asegure con palabras su preocupación por el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Se estima que a la comunicación no verbal se le debe asignar el 55 % del contenido que se transmite, mientras que el resto corresponde especialmente al tono de la voz (38 %) quedando para las palabras solamente un 7 %.
Una maestra sonriente, expresiva, afectuosa, brindará a sus alumnos confianza y seguridad; mientras que quien tome una actitud altiva, seria y nerviosa, creará un ambiente apático y poco receptivo.
Lo mismo podemos decir de los alumnos: su postura, sus gestos, su mirada, su expresión, nos denota si están o no interesados en la clase y su grado de compromiso.
Trabajar el tema de las posturas corporales, gestos, miradas, puede ayudar a crear un ambiente de armonía, donde se enseñe y aprenda más placenteramente y de modo más eficaz.