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Educación Física en la escuela

Publicado por Hilda Fingermann

El poeta romano Juvenal nos legó la siguiente frase “mens sana in corpore sano” que aún se repite y sigue vigente, aunque haya sido pronunciada en los albores de la era cristiana. Los pueblos de la antigüedad, sobre todo los griegos, dieron a la Educación Física un lugar privilegiado en la educación en general; prueba de ello son los juegos olímpicos. El médico griego Galeno (130-200) describió una serie de ejercicios correctivos y planificados para cada parte del cuerpo.

El paso del tiempo no hizo más que confirmar que una buena salud física y mental depende en gran parte de la actividad física. Cuando esta es planificada, graduada de acuerdo a la edad de los alumnos, estimula las áreas afectivas, motrices y/o cognitivas, y se desarrolla en el ámbito escolar, a cargo de docentes especializados, hablamos de Educación Física en la escuela.

Según Gardner es la inteligencia corporal cinética, que integra uno de los tipos de sus inteligencias múltiples.

Como todas las actividades humanas, el docente deberá tener en cuenta que esta actividad requiere de ciertas condiciones físicas, que biológicamente no son iguales en todos los niños y adolescentes, y si bien todos pueden mejorar, habrá algunos con mayores aptitudes que otros, tal como ocurre con la matemática, la lengua o las ciencias.

Puede ser que el alumno a pesar de esforzarse no logre igualar a sus compañeros, y en este caso se debe tener cuidado, pues puede tratarse de un niño responsable que no es que no quiera, sino que no pueda responder como el docente quisiera, a las consignas dadas, o le cueste comprender y ejecutar las técnicas.

Como en cualquier otra asignatura el profesor de Educación física no debe rotular a los alumnos “este alumno es apto para la Educación Física y éste alumno no” sino motivarlos, estimularlos, apreciar los logros por más mínimos que sean, tratando de que cada uno alcance lo máximo de sus posibilidades, erradicando comparaciones, y en el caso de niños pequeños, evitando las competencias.

Si se trata de juegos de equipo, tratar de que todos ganen, aunque algunos lleguen antes, o hagan más puntuaciones; enseñar que todos ganaron en el aprendizaje de jugar juntos y compartir. Esa es juntamente la misión de esta asignatura, promover el gusto por la gimnasia y el deporte (no como sucede muchas veces que la frustración genera rechazo de por vida a la práctica deportiva) compartir un buen momento con sus pares y desarrollar habilidades motrices, todo en vistas a la formación integral del ser humano.