Educación para la salud
La salud del ser humano física y mental debe ser un tema prioritario de política de Estado, no solo a través de la atención de las enfermedades creando instituciones hospitalarias y salas de atención, sino de modo preventivo, realizando campañas de vacunación y concientizando sobre el modo de cuidar nuestro cuerpo y nuestra mente para tener una población sana y feliz.
Educar para la salud significa que la población conozca los riesgos a los que se expone realizando ciertas actividades, el modo más adecuado de nutrirse, normas de aseo personal, riesgo del consumo de ciertas sustancias, formas de prevenir accidentes, etcétera. La escuela y los medios de comunicación masiva son dos instrumentos esenciales para lograrlo, lo que muchas veces no sucede, pues lo que se enseña en la escuela queda desvirtuado por los mensajes en general dañinos que provienen de los medios, sobre todo televisivos, donde se privilegia la silueta delgada a la salud, y se muestran como exitosos ciertos hábitos riesgosos, como el tabaquismo. Estas informaciones no pueden quedar indiferentes para la escuela que debe tratarlas en debate con espíritu crítico.
Colocar kioscos que ofrezcan comida sana en los colegios, integrar la actividad física a la intelectual, realizar talleres de cocina sana, explicando los nutrientes de cada alimento, de primeros auxilios, de prevención de accidentes, y de reflexión sobre temas como bulimia, anorexia, drogadicción, alcoholismo, pueden ser complementarias de las asignaturas curriculares.
La nueva ley de educación argentina establece entre los fines de la educación en el artículo 11 inciso o, establecer el compromiso de los medios masivos de comunicación en la transmisión de valores éticos y sociales positivos; en el inciso p, fija la responsabilidad de las escuelas en formar para una sexualidad responsable, el inciso q la prevención de adicciones; el r, brindar una formación física y deportiva junto a la intelectual. Creemos que debería además fijarse como objetivos el conocimiento de hábitos alimentarios y de aseo persona que les aseguren una mejor calidad de vida. Sabemos que en muchos hogares los integrantes se alimentan mal, pues no saben que cantidad de comida no es calidad. Vemos muchas veces que los niños desayunan con galletitas y llevan de merienda golosinas o gaseosas, cuando tal vez el presupuesto no alcance luego para comprar otros productos más baratos y de más calidad como frutas y verduras.