Educación ambiental en la escuela
La educación ambiental en las escuelas debería ser un tema primordial ante los deterioros que sufre el planeta en que vivimos, por su poca valoración por parte de quienes lo habitamos. El mejor modo de tomar conciencia del peligro que representa no cuidar nuestro aire, nuestros ríos y mares, nuestros suelos, es educar sobre ello desde edad temprana.
No derrochar el agua o la electricidad, no tirar residuos al piso, respetar la naturaleza, o aprender las técnicas de reciclado, deben ser tema de indagación constante desde todas las asignaturas, como temas transversales, pero también sería necesario contar con una materia específica, o al menos, con varias unidades dedicadas al tema, desde las Ciencias Naturales y de las Ciencias Sociales.
Para abordar estos temas no bastan los libros, revistas o información descargada desde Internet, sería bueno recorrer con los niños la ciudad, para reconocer los deterioros y la falta de cuidado, hacer afiches o videos ilustrativos, ir a una excursión al aire libre para admirar la naturaleza y aprender a cuidarla, enseñando de esta manera no solo educación ambiental sino también y fundamentalmente valores, no solo desde lo teórico sino desde lo vivencial.
Hay también muchos documentales para niños un poco más grandes y adolescentes, que ayudan a comprender los graves problemas que aquejan al ambiente, los riesgos presentes y futuros, y los remedios que pueden implementarse.
Pueden también hacerse encuestas de opinión entre familiares, amigos o vecinos de los alumnos, repartidos por grupos de edad, a efectos de conocer las ideas que tienen sobre el tema y qué medidas han tomado para la preservación del ambiente, difundiendo así la problemática fuera del ámbito escolar, ayudando a la toma de conciencia. Hacer tareas sobre estos contenidos junto a todo el grupo familiar, afianza las relaciones intrafamiliares y crea un motivo de diálogo y cooperación entre padres, abuelos, hermanos y los educandos.
