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Enseñar habilidades sociales

Publicado por Hilda Fingermann

El hombre es un animal típicamente social, pero no siempre se relaciona con sus congéneres de manera satisfactoria para sí mismo y para los demás. Convivir implica comprender que además de nuestras necesidades existen las ajenas a las que hay que respetar, evitando que las nuestras sean postergadas. Es una relación de búsqueda de equilibrio, de reclamos, de saber escuchar y exigir que se nos escuche, lo que seguramente originará conflictos que podremos allanar si lo hacemos con inteligencia y habilidad social.

Las conductas requeridas para una sana convivencia pueden enseñarse desde edad temprana en el hogar y reforzarse durante toda la etapa de escolarización: pedir permiso para hablar, saber escuchar, respetar los turnos, controlar el tono de voz y los gestos, manejar la empatía (situarse en el lugar de la otra persona). Las habilidades sociales tienen mucho que ver con la inteligencia emocional. Es tan importante que un niño o adolescente aprenda contenidos conceptuales, maneje metodologías de aprendizaje e internalice valores, como que aprenda a comportarse socialmente de modo que sea considerado un ser útil, agradable y positivo por sus semejantes, pues de lo contrario, podrá ser un genio o muy buena persona, pero nadie querrá compartir momentos con él, y entonces todo lo demás carecerá de sentido, pues le costará encontrar un trabajo al no poder relacionarse adecuadamente con sus jefes y compañeros, o conservar una pareja, o mantener amistades.

La escuela es el ámbito ideal para reforzar estas habilidades mostrando la importancia que tienen cuando se plantea un debate, se desarrolla una tarea grupal, se hace una exposición oral, etcétera. El maestro debe hacerlo fomentándolas, pero fundamentalmente mostrándolas a través de su ejemplo cotidiano: no levantar el tono, fijar límites fundados y respetarlos, escuchar, aceptar errores, etcétera. Un lugar muy adecuado es en la clase de educación física donde los alumnos comparten una práctica deportiva o juegos, que estimulan el concepto de integración y de equipo.