Colegio internado
Bastante común su práctica en el pasado, ligado especialmente a los conventos, los internados aún se mantienen vigentes en países como Estados Unidos y Europa. Son colegios donde los alumnos pasan sus días en la institución escolar, que se convierte no solo en lugar de estudio sino en su morada, pudiendo regresar a sus hogares los fines de semana y días feriados. En Argentina hay pocos, y para niños sin hogar, o con graves problemas personales o familiares, no siendo de calidad y sostenidos por el Estado. En el caso del Colegio Militar de la nación, es de formación específicamente militar, y se requiere estudios secundarios, por lo tanto se excluye a niños y adolescentes.
Los internados tradicionales, para menores, sobre todo privados y con cuotas arancelarias altas, presentan la ventaja de que los niños o adolescentes recibirán una educación metódica, se acostumbrarán a la convivencia con otros niños, tendrán sus días totalmente organizados, y la formación será integral (en idiomas, tecnología, ciencias, deportes, artes) pero tiene la enorme desventaja de que los niños pierden espontaneidad, el concepto de familia y los valores propios de cada una de ellas, la contención que solo los padres pueden brindar en ciertos momentos, el contacto entre hermanos, etcétera.
Son necesarios en ciertos casos puntuales, como padres enfermos, familia disfuncional, etcétera, pero no es aconsejable cuando los niños puedan recibir educación de su propio seno familiar, que es muy importante sea tomado como referente.
Los padres pueden verse tentados de creer que en un internado de renombre, los niños tendrán una formación académica vasta y de calidad, y esto puede ser cierto, pero no olvidemos que los niños son ante todo personas, y necesitan en primer lugar un abrazo paterno, una caricia familiar, un consejo menos académico y racional, y más emocional y afectivo. A nuestro criterio, la institución familiar es irreemplazable, y si bien la escuela es una parte importante de su formación, es solo complementaria de la labor que se desarrolla en la casa. Los internados deberían ser solo una opción para casos específicos donde la familia no puede ejercer su vital función.