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La educación en la Edad Media

Publicado por Hilda Fingermann

La fuerte impronta que puso la iglesia católica a la educación de la Edad media es el rasgo más significativo de esta etapa histórica, signada por el oscurantismo, aunque ya a partir del siglo IX resurgió la preocupación por la educación.

En el siglo VIII tras la invasión musulmana a España, renació allí la vida cultural, especialmente en Córdoba y Toledo.

Allí y en el resto de Europa, el cristianismo siguió impartiendo su enseñanza en los monasterios.

A partir del siglo IX, se crearon las escuelas monacales. Las lecciones se daban en latín. El objetivo primario era la formación de hombres cultos para la iglesia, con método memorístico. Sin embargo, además de la formación de religiosos, se establecieron colegios exteriores para el resto de la población, como por ejemplo en Jarrow, San Martín de Tours, Cork o Montecasino. Luego surgieron las escuelas catedralicias o episcopales, como la de Reims, o la de Viena.

En la Edad Media es posible reconocer la tarea educativa de Carlomagno. Creó las populares, donde los niños aprendían los rudimentos de la lecto-escritura, pues eran pocos los que se hallaban alfabetizados; escuelas superiores, y seminarios de música.

Carlomagno fundó además, la Escuela Palatina, en Aquisgrán, para hijos de personas influyentes y futuros funcionarios. Allí el sistema educativo seguía estando en manos de la iglesia y comprendía el cuadrivium y el trivium. El cuadrivium estaba integrado por las siguientes asignaturas: aritmética, geometría, música y astronomía, mientras que el trivium contaba con gramática, retórica y dialéctica. Eran religiosos tanto quienes las dirigían como quienes enseñaban, pero sus alumnos podían no ser aspirantes a clérigos. Se estableció una calificación numérica de 1 a 10.

Alemania e Inglaterra fueron los países que se destacaron bajo la influencia de Carlomagno en materia educativa, bajo los reinados de Othon y Alfredo El Grande, respectivamente.

Estas escuelas fueron perdiendo importancia, al establecerse los llamados “Studium Generale” abiertos a todos, cualquiera sea su nacionalidad y con variedad de saberes científicos en su currícula. De allí comienzan a desarrollarse las universidades, a partir del siglo XII, siendo la primera la de Bolonia, que reconocen como antecedente las escuelas catedralicias, pero que se manejan con independencia tanto de la autoridad civil como de la religiosa.