¿La inteligencia se hereda?
Es muy difícil determinar si la inteligencia se hereda (es innata) o se construye (es adquirida) si antes no nos ponemos de acuerdo en qué es la inteligencia y si es posible medirla para comprobar si alguien la tiene en mayor o menor cantidad.
Galton, que vivió entre 1822 y 1911, sostenía que la inteligencia era obra exclusiva de la herencia. En 1999 se realizó una investigación en la Universidad de Minnesota (Estados Unidos) que demostró al estudiar gemelos que habían sido criados de modo separado, que la influencia de la genética en la inteligencia era de un 70 %.
En 1974, Kamin sostuvo que la inteligencia es obra exclusiva de la cultura, o sea se construye por obra del ambiente, la estimulación y la educación.
Jean Piaget consideró que la mente humana va atravesando por diferentes estadios hasta que adquiere la capacidad de abstracción. Los niños van construyendo la realidad de manera diferente según la etapa por la que atraviesan, que depende de su evolución genética y de la realidad que deben interpretar.
Para Piaget (1896-1980) la inteligencia es concebida como un proceso psicológico o mental que nos permite interpretar y entender la realidad, atesorar conocimientos para luego recordarlos y poder aplicarlos en nuevas experiencias. La persona inteligente es la que se adapta al ambiente. Para él, la inteligencia es producto de la herencia más el ambiente.
A fines de la década de 1920, Lev Vygotski y sus discípulos analizaron grupos pertenecientes a culturas diferentes y comprobaron que cuando la cultura es deficitaria, las personas que la integran son escasamente inteligentes, pero modificando esas condiciones, esos mismos individuos desarrollan amplias capacidades.
Muchas veces confundimos inteligencia como acumulación de datos e información, pero si esos conocimientos no nos sirven para resolver nuestros problemas, no somos inteligentes. Por ejemplo, si alguien logró aprender por repetición todos los ríos del mundo, los países y sus capitales y la cultura de cada lugar y lo expone brillantemente en una exposición académica, estaremos tentados de decir que esa persona es muy inteligente, pero si luego viaja a esos lugares y no los identifica, se pierde o confunde ubicaciones o contextos, todo ese conocimiento no le ha servido para sortear las dificultades presentes.
La polémica hoy aún sigue, aunque la mayoría está de acuerdo es que la inteligencia como capacidad de resolver situaciones problemáticas es una combinación de herencia y ambiente. Sabemos que un niño puede nacer con muchas potencialidades intelectuales, pero sometido a un bajo nivel de nutrición y/o educación no las desarrollará, y por el contrario, un niño con menos capacidad intelectual puede progresar muchísimo si se lo estimula y educa, recordando siempre que es casi imposible que un ser humano sea inteligente en todas las áreas de la cultura, por lo cual es conveniente aplicar la teoría de las inteligencias múltiples.