Pensamiento concreto
Según Piaget el pensamiento concreto ocupa el segundo período o estadio en el desarrollo cognitivo, luego del sensorio matriz, este último caracterizado por comportamientos reflejos, que ocurre hasta los 2 años, y del pensamiento preoperacional, con el comienzo del uso del lenguaje y el conocimiento del mundo que observa, escucha y toca, que transcurre entre los 2 y los 7 años, pero sin poder elaborar nociones lógicas. En el período preoperacional el pequeño realiza representaciones sobre lo que sus sentidos captan y puede transmitirlo a través del lenguaje.
El pensamiento concreto según Piaget se desarrolla a partir de los 7 años, donde el niño puede conocer la realidad que lo circunda y pensar sobre ella estableciendo relaciones, a partir de sus sentidos. Los niños de esta edad pueden de este modo comprender que son capaces de agrupar objetos por colores o tamaños, jerarquizarlos de menor a mayor o por orden alfabético, encontrar los opuestos, realizar operaciones matemáticas sobre elementos observables (le mostramos un lápiz y luego le agregamos otro para aprender a sumar o utilizamos para estas operaciones de suma o de resta un ábaco o contador) etcétera, pero siempre deberán tener presente el objeto a estudiar o a analizar. No pretendamos que formulen hipótesis, ni apliquen lo aprendido a situaciones novedosas hipotéticas. Esta etapa concreta se extiende hasta los 11 años, donde comenzará a lograrse el pensamiento abstracto. Durante ella es recomendable que todo lo que se pretenda enseñar al niño pueda ser vinculado con su propia experiencia o de no ser posible, a partir de imágenes (láminas, videos, películas, etcétera).