Educación
Inicio General Pensamiento abstracto

Pensamiento abstracto

Publicado por Hilda Fingermann

Poder llegar a dominar el pensamiento abstracto es un ideal en materia educativa. Significa ir más allá de captar de un objeto, de un hecho o de una información mucho más de los que se nos muestra en su simple contacto sensitivo. Poder crear en nuestra mente una imagen mental de algo sin necesidad de tenerlo presente ya sea físicamente o en nuestro recuerdo. Recordemos que los sustantivos abstractos son aquellos que se refieren a cosas que no podemos ver y tocar. El pensamiento abstracto hace referencia a aquellos que podemos elaborar sin necesidad de que se nos muestre lo que se necesita aprender ante nuestros ojos.

Si tenemos pensamiento abstracto podemos imaginar, extrapolar lo aprendido a nuevas situaciones, construir esquemas, ubicarnos en otros tiempos y lugares, deducir, sacar conclusiones, comparar.

El pensamiento abstracto puede usarse en todas las asignaturas siendo su uso más común en Matemática. Despejar incógnitas por ejemplo, es un típico ejercicio de abstracción. Otro ejemplo sería construir en Lógica las tablas de verdad.

Además, el pensamiento abstracto es una herramienta esencial en el desarrollo de habilidades de resolución de problemas. Nos permite analizar situaciones desde diferentes perspectivas, considerar múltiples soluciones posibles y seleccionar la más adecuada. Este tipo de pensamiento también es fundamental para el desarrollo de la creatividad, ya que nos permite pensar en posibilidades que van más allá de lo evidente y lo concreto.

Para Piaget el pensamiento abstracto recién se logra luego de haber pasado la etapa sensorio-motriz y el del pensamiento concreto, y esto ocurre aproximadamente a los 12 años, donde progresivamente se va desarrollando hasta alcanzar su consolidación cerca de los 15 años.

En este sentido, es importante destacar que el desarrollo del pensamiento abstracto no es un proceso lineal, sino que puede variar considerablemente de una persona a otra. Algunos individuos pueden demostrar habilidades de pensamiento abstracto a una edad temprana, mientras que otros pueden tardar más en desarrollar estas habilidades. Además, el pensamiento abstracto puede ser influenciado por una variedad de factores, incluyendo la educación, la cultura y las experiencias de vida individuales.

Para enseñar a un niño pequeño a sumar es probable que le tengamos que mostrar dos elementos y luego otros dos, para demostrarle que dos más dos son cuatro. De a poco podrá hacer éstas y tras operaciones cada vez más complejas sin tener por delante los objetos.

Por último, es importante mencionar que el pensamiento abstracto es una habilidad que se puede cultivar y mejorar con la práctica. Hay una serie de estrategias que se pueden utilizar para fomentar el desarrollo del pensamiento abstracto, como la resolución de problemas, los juegos de roles, la lectura de literatura y la participación en actividades artísticas y creativas. Estas actividades pueden ayudar a los individuos a pensar de manera más abstracta y a aplicar este tipo de pensamiento en una variedad de contextos y situaciones.