La enseñanza de la música
Enseñar arte en cualquiera de sus formas es muy importante para la formación integral de niños y adolescentes, conociendo y disfrutando de todo tipo de valor estético (música, danza, pintura, dibujo, escultura).
La inteligencia musical es una de las inteligencias múltiples, señalada entre las distintas clase de inteligencia por Howard Gardner, que observa a la música como una forma de expresión, que supone el despliegue de habilidades para reconocer sonidos, tonos y ritmos; tocar algún o algunos instrumentos y/o para cantar, o componer música. Desarrolla la sensibilidad, la creatividad, la comunicación a través del arte, y puede despertar vocaciones en este ámbito.
Es recomendable la enseñanza de la Música en los colegios primarios y secundarios y fundamentalmente en la educación especial.
Enseñar a tocar distintos instrumentos básicamente, construirlos artesanalmente, cantar y tocar diferentes géneros musicales, en una asignatura específica; y acompañar con música los recreos, las actividades de educación física, y algunas tareas áulicas que lo permitan, convierte la vida escolar en un ámbito grato y confortable.
La teoría musical debe ser incorporada gradualmente, para que no resulte tediosa, y muy relacionada con la práctica, para reconocer su utilidad y necesidad. Sin embargo la enseñanza de la música no debe limitarse a cantar y educar la voz para el canto, sino también educar el oído para reconocer tonos y ritmos, para ejecutar instrumentos, y posibilitar la oportunidad de crear.
Puede llevarse a los niños a espectáculos musicales, aprovechar Internet para disfrutar buena música en recitales a los que no resulta accesible concurrir personalmente.
Por supuesto, quienes tengan talento y vocación para la música,. deberán profundizar estos estudios, en institutos de música especializados.