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La identidad docente

Publicado por Hilda Fingermann

La identidad es aquello (rasgos, atributos) que nos da singularidad, que nos distingue de otros, ya sea de modo personal o como grupo.

En este caso se trata de aquellas características que se van construyendo en forma dinámica y continua, relacionada con el contexto social, en quienes se desempeñan como agentes activos en el proceso de enseñanza-aprendizaje, guiando y encauzándolo (los docentes) como grupo, diferenciándose de otros, si bien dentro del mismo pueden identificarse diferentes tipos de personalidades individuales (configuradas por su personalidad, su historia, sus gustos, etcétera) que influyen ciertamente en el conjunto, y que se ven influidos por el mismo, en una constante retroalimentación.

La identidad docente está conformada por la vocación de enseñar, la necesidad de transmitir los conocimientos académicos adquiridos durante la formación profesional y los valores positivos que la sociedad de la que se forma parte necesita que sean incorporados en las nuevas generaciones de modo reflexivo y crítico. Supone sentirse parte de la institución escolar y de sus objetivos, conservando su autonomía y actuando de modo responsable, para ser a la vez, ejemplo y líder, comunicador y consejero, autoridad y apoyo, sentando las bases para el despliegue el libertad de los educandos, que reconocerán en el docente su fuente válida y confiable de información y adquisición de habilidades, al que pueden cuestionar con argumentos que el mismo maestro ayudará a elaborar, para emprender su propio camino, en busca de construir su identidad como sujetos y como integrantes de los grupos que necesiten o elijan conformar. A la par de todas estas sensaciones positivas, el docente se siente insatisfecho por la pérdida social de una posición de jerarquía y los magros sueldos con los que son compensados sus servicios.

El docente debe estar dispuesto al cambio, en una sociedad que evoluciona en forma constante, por lo cual debe mantenerse informado y actualizado, lo que implica también incertidumbre, ya que no solo debe aprender nuevos métodos de enseñanza e incorporar tecnologías, sino adaptarse a cambios de programas, de cursos, de estrategias y a nuevos planes de enseñanza en general.

¿Cómo podría contestarse la pregunta sobre por qué te identificas como docente? Porque gano poco, no estoy socialmente valorizado, y sin embargo me siento satisfecho de ser un artífice de la construcción de nuestros futuros ciudadanos, capacitándome en forma permanente, aportando mis saberes y mi fe en la juventud para hacer del mañana un mundo mejor, integrado por personas habilidosas, conocedoras de nuestra historia y de nuestra cultura, solidarias y responsables, respetuosas del mundo en el que viven y que intenten ser felices.