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El horario escolar

Publicado por Hilda Fingermann

Hay un amplio debate sobre el horario escolar. Sabemos que existen instituciones educativas que son de un solo turno (mañana y tarde, e, incluso, para adultos, en turno noche) y otras tienen jornada extendida. Otro debate es en cuanto al horario de entrada, especialmente en el turno mañana, pues, se sugiere, que, en muchos casos, es demasiado temprano.

El horario extendido resulta eficaz en el caso de alumnos en vulnerabilidad social, o que sus familias tengan que estar mucho tiempo fuera de sus domicilios por razones laborales o de fuerza mayor, y, en algunos casos, para reforzar los aprendizajes; pero, sin olvidar, que los juegos libres, paseos y socialización son tan importantes para un niño como los contenidos escolares.

En cuanto a los turnos, mañana o tarde, elegir entre ambos, tiene ventajas y desventajas. El turno mañana genera una rutina más responsable y comprometida, pero exige acostarse temprano, cosa que, en la adolescencia no resulta costumbre, y, por ello, los jóvenes llegan a la escuela tarde y con mucho sueño, lo que dificulta el aprendizaje. Sin embargo, muchos siguen prefiriendo el horario matutino, para tener la tarde libre, para otras actividades extraescolares, como deportes, y expresiones artísticas (música, pintura, etcétera).

Con respecto al horario de ingreso del turno mañana, se conoció un estudio estadounidense, de la Academia de Pediatría, que aconseja retrasar el horario de entrada de los alumnos, hasta las 8 horas, o más tarde si es posible, para los colegios que tienen horarios de entrada antes, para que los adolescentes puedan dormir un poco más, y adecuarse mejor a su reloj biológico.

La experiencia de retrasar la entrada, se hizo en la ciudad de Seattle (Estados Unidos) donde el horario se fijó a las 8:45 am. Los resultados mostraron que los alumnos tuvieron mejor rendimiento, prestaron más atención, y se registraron menos ausentismos y llegadas tarde. Además, la falta de horas de sueño, puede traer aparejados, angustia y problemas de adicciones. Estudios canadienses, de la Academia Americana de Medicina del Sueño, llevan a similares conclusiones, aconsejando comenzar la jornada estudiantil, al menos una hora más tarde, tanto en colegios secundarios como en universidades.

Los que asisten al turno tarde, pueden evitar madrugar; lo que es positivo, pero, en general, tienden a acostarse demasiado tarde, generando hábitos, que no serán buenos en el futuro, ya que la mayoría de los trabajos y actividades (como bancarias o comerciales) son de día.