Los cuadros sinópticos
Los cuadros sinópticos son una técnica sumamente eficaz, y por ello muy empleada en el proceso de enseñanza aprendizaje, tanto por el profesor para exponer el contenido que desea transmitir, como por el alumno para aprehenderlo, en forma esquemática, resumida y comprensiva, a través de un golpe visual, puesto que su finalidad es que el educando pueda rápidamente observar el esquema o esqueleto de todo el contenido que aparece organizado y relacionado; y que así va a incorporar en forma lógica a su estructura cognitiva.
Conviene hacerlo a modo de cierre, luego de haber hecho un minucioso análisis del contenido y de la extracción de ideas principales y secundarias; a modo de síntesis. Es recomendable en el aprendizaje, que sea precedido de la técnica del subrayado.
Se plasman por escrito, abriendo llaves o sacando flechas a partir de una idea o contenido central, del que parten subtemas, o ideas secundarias, y de ellos se extraen particularidades o ejemplos, cada uno definido o explicado en la forma más sintética posible. También puede hacerse en tablas, con filas y columnas.
No hay como en la síntesis aportes personales, sino que se trata de resumir o acotar lo que se señala en el texto considerado.
Sin embargo debemos recordar que los cuadros sinópticos operan como ayuda memorias pero no para estudiar directamente de ellos, si uno no los ha elaborado en forma personal y razonada. Por supuesto que es posible y deseable ampliar la información contenida en un cuadro sinóptico, pues solo brinda lo esencial, pero permite poner énfasis en lo relevante y recordarlo con mayor facilidad. Sin embargo, quien estudia directamente de un cuadro sinóptico que le es ajeno, sin haber leído todo el texto o escuchado y comprendido todo lo explicado, solo podrá memorizar datos, a los que difícilmente podrá hallar sentido o relacionar.