El desempeño global

En las escuelas secundarias argentinas uno de las tres calificaciones cuyo promedio será la nota de cada trimestre escolar es el desempeño global, entendiéndose por tal la participación activa del alumno en su proceso de aprendizaje. Es una mirada integral de las competencias del educando y su compromiso con su propia formación. Antes se lo llamaba nota de concepto. Se toma en cuenta para calificarlo positivamente, la responsabilidad en sus tareas, la puntualidad, la prolijidad, el grado de atención, el interés demostrado, el deseo de profundizar los conocimientos, aun cuando pueda equivocarse, siempre que demuestre la voluntad de corregir y mejorar; y una calificación negativa en caso contrario.

No se trata de asignarle una nota por una tarea específica, sino evaluar su deseo de aprender, capacitarse, indagar, cuestionar y reflexionar, sin importar resultados específicos, ya que estos serán calificados en las evaluaciones escritas y otros trabajos realizados.

Se debe tener en cuenta sus conocimientos previos, y a partir de allí medir sus avances, no solo en forma cuantitativa sino cualitativa. Es innegable que algunos alumnos aprenden ciertos contenidos con más facilidad que otros, que necesitan más tiempo; pero es fundamental que cada uno pueda mejorar a su propio ritmo, si demuestra predisposición a hacerlo.

La autoevaluación también ayuda a juzgar los avances del niño o del joven en cuanto al manejo de estrategias metacognitivas. Un alumno que sabe lo que ha logrado y lo que le falta aprender, tiene claro el camino recorrido y el que le falta, y así podrá el docente guiarlo hacia su superación personal.

Esta nota le permite al docente, cuando un alumno no ha obtenido una calificación en los exámenes que le permita aprobar; poder, al promediarla con un desempeño global alto, darle nuevas oportunidades para lograr la promoción; ya que, con empeño, seguramente lo conseguirá.